La Audiencia de Lleida ha condenado a dos años de prisión a uno de los acusados de participar en un abuso sexual en grupo en Lleida a una chica con inteligencia límite. Otro de los acusados, que hizo fotografías, ha quedado absuelto del delito de abuso sexual y el otro, un chico de dieciséis años, ya fue condenado por el juzgado de menores. La sala ha tenido en cuenta la atenuante de confesión ya que el condenado reconoció las relaciones sexuales con la chica, aunque declarar que fueron consentidas, y que la disminución de la chica es "difícil" de ver a simple vista, "dependiendo del contenido de la conversación y la capacidad de su interlocutor". Además, añade la sentencia, la chica no presentaba ninguna lesión en el examen médico que se le practicó. Durante el juicio, la psicóloga que atendió a la chica dijo que es "vulnerable y manipulable" y que no sabe prever situaciones de riesgo y que. Uno de los acusados, ahora condenado, reconoció en la Audiencia de Lleida haber mantenido relaciones sexuales con la chica pero aseguró que fueron consentidas. El otro acusado las negó a pesar de reconocer estar en el piso donde presuntamente ocurrieron. Éste habría hecho fotografías de las relaciones sexuales mantenidas entre la chica y el condenado. La víctima, en cambio, declaró que le hicieron "cosas que ella no quería", tanto los dos acusados como otro, menor de edad ya juzgado, aunque les dijo que "no" y que "pararan" porque le hacían "daño".
Los hechos ocurrieron el 22 de mayo de 2017, cuando los acusados tenían 18 y 26 años y la chica, 27, en casa de otro chico, de 16 años y nacionalidad rumana, en Lleida, que ya fue juzgado y condenado el 1 de diciembre por el juzgado de menores de Lleida a un año y tres meses de internamiento en régimen semiabierto, cinco meses de libertad vigilada y a pagar una indemnización de 6.000 euros.
Para los otros dos acusados, de nacionalidad española, la fiscalía pedía siete años de prisión por un delito de abuso sexual. Entendía que fue abuso porque la chica dijo que no y que le hacían daño, lo cual considera suficiente para demostrar el no consentimiento, "aunque no se opusiera firmemente a causa de su deficiencia".
Precisamente por este motivo, la Audiencia de Lleida entiende que la falta de reacción de la chica "puede dar la percepción de falta de resistencia a mantener una relación sexual" y añade que éste es un comportamiento "frecuente" en personas con "características como las que presenta la denunciante". La chica tiene una discapacidad intelectual del 69%, reconocida judicialmente.
La defensa, en cambio, pedía la absolución de los chicos al considerar que no había quedado demostrado el abuso. Consideraba que las relaciones fueron consentidas porque, según explicaron los médicos forenses, no había lesiones a nivel genital. Además, según los forenses, en una conversación superficial no se nota la disminución de la chica, pero en una conversación más profunda es posible detectarlo, declararon.
Por todo ello, la Sala ha rebajado al mínimo la pena al acusado y le ha condenado a dos años de prisión por un delito de abuso sexual, a indemnizar a la chica con 3.000 euros y le prohíbe acercarse a ella durante tres años.
