Un estudio de la Universidad Rovira i Virgili (URV) ha concluido que las siestas de más de una hora al día aumentan el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes. La investigación, realizada por la Unidad de Nutrición de la URV, ha evaluado la relación entre la siesta diurna y el riesgo de padecer diabetes tipo 2 junto con diferentes medidas de adiposidad. El estudio se realizó en 2.190 participantes de avanzada edad con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico. Se ha publicado en la revista científica Journal of Clinical Medicine este julio, ha sido dirigido por Christopher Papandreou, investigador sénior de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili, y el catedrático Jordi Salas-Salvadó, jefe de la Unidad de Nutrición Humana. La siesta fue evaluada de forma objetiva mediante la colocación de acelerómetros, un aparato que detecta la actividad física o sedentaria realizados a lo largo del día, a los participantes durante siete días. Ningún otro estudio previo había examinado si el tiempo de siesta se asocia con el desarrollo de diabetes tipo 2. Además, la relación entre el hecho de dormir la siesta y el grado de adiposidad, el predictor más importante de la diabetes tipo 2, prácticamente no se ha investigado.
Los investigadores observaron que las siestas de más de una hora de duración se asociaban con una mayor prevalencia de diabetes tipo 2 y con más peso y mayor perímetro de la cadera. Además, en comparación con no hacerla, un aumento de diez minutos -a partir de la hora- de siesta durante el día se asoció con una mayor prevalencia de diabetes tipo 2 y un mayor índice de masa corporal y circunferencia de la cintura. Y en comparación con la siesta de cinco minutos a menos de media hora, la de unos 90 minutos por día se asoció con una mayor posibilidad de tener diabetes tipo 2, mientras que la de al menos 30 minutos por día se asoció positivamente con las medidas de adiposidad.