Doce años y medio de prisión por matar a una mujer en una casa abandonada en Tarragona

05 de marzo de 2019 a las 12:43h

La fiscalía pide doce años y medio de prisión para el hombre acusado de matar a una mujer sin techo de 45 años en marzo del año pasado en Tarragona. El crimen ocurrió en la casa abandonada donde vivía el individuo, junto a la plaza Europa y de la T-11. Según la fiscalía, después de mantener relaciones sexuales consentidas, él la asfixió y estranguló hasta producirle la muerte. Posteriormente, se dirigió a una casa cercana, confesó que había matado a una mujer y pidió que llamaran al 112 porque se quería entregar a la policía. Los Mossos d'Esquadra arrestaron al chico al cabo de pocos minutos y el juez decretó su ingreso provisional en prisión. Según recoge el escrito de acusación del fiscal, en el momento de los hechos, la víctima, de 45 años y nacionalidad española, vivía en la calle y dormía en un banco de la zona de la estación de autobuses de Tarragona. Por su parte, el procesado, de 31 años y de origen lituano, vivía en una casa abandonada y ruinosa, junto a la plaza Europa de la ciudad.

Sobre las ocho de la noche del 24 de marzo de 2018, ambos coincidieron en un supermercado de la calle Prat de la Riba. Según el fiscal, después de que él comprara dieciocho cervezas, se marcharon juntos hacia la casa ocupada, donde mantuvieron relaciones sexuales consentidas.

En un momento no determinado, entre las diez de la noche del 24 de marzo y las nueve de la mañana del 25 de marzo, el acusado, "con ánimo de matar o siendo plenamente consciente de que con su actuación podía provocar la muerte, sofocó, por oclusión de los orificios respiratorios y estranguló a la víctima, provocándole la muerte por asfixia por mecanismo mixto de sofocación y estrangulación".

Hacia las nueve y media de la mañana del 25 de marzo, el individuo acudió a una casa cercana al lugar de los hechos, donde vivían dos personas, y les dijo "que había matado a una mujer y que llamaran al 112 porque se quería entregar a la policía". Una dotación de los Mossos d'Esquadra que se encontraba cerca lo detuvo al cabo de pocos minutos.

Según el ministerio público, el hombre presentaba "un trastorno adaptativo, de control de los impulsos y trastorno por consumo de tóxicos, que no presentan suficiente entidad para que afecten a su capacidad cognoscitiva ni volitiva respecto a los hechos". Ante esto, le acusa de un delito de homicidio con la atenuante de confesión por el cual reclama 12 años y medio de prisión, y una indemnización de 40.000 euros para el padre y de 15.000 euros para cada uno de los dos hermanos de la víctima.

En 2003, un juzgado de Palma dictó la incapacidad de la mujer por un trastorno de la personalidad con rasgos de trastorno de inestabilidad emocional y ausencia de control de impulsos, asociado a una toxicomanía, y nombró a su hermana como cuidadora. En 2013, un juzgado de Lleida, ciudad donde vivía entonces, retiró a la hermana del cargo de tutora y nombró en su lugar a la Fundación Intress para la integración.

Actualmente, el juzgado de instrucción número 3 de Tarragona está pendiente de dictar el auto de apertura de juicio oral. La vista se celebrará en los próximos meses en la Audiencia de Tarragona con un jurado popular.

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