Los Mossos d'Esquadra detuvieron a dos hombres el 19 de octubre de 2017 por un delito de recaudación. Los agentes identificaron a los presuntos ladrones en la plaza de Catalunya cuando llevaban encima joyas por valor de unos 9.000 euros. Los hombres no pudieron acreditar la procedencia de las joyas y, por este motivo, se les detuvo. Tras las correspondientes indagaciones, el Grupo Operativo de Investigación de los Mossos detectó que uno de los dos detenidos tenía pendiente una Orden Europea de Detención y Entrega de Italia por delitos relacionados con el patrimonio. Este indicio, hizo sospechar a los agentes que las joyas podrían provenir de fuera, ya que algunas tenían inscripciones de nombres franceses. Gracias a los datos obtenidos en Barcelona, la policía francesa llevó a cabo un operativo que concluyó con la detención de cuatro individuos más a los que se les atribuyó la autoría de 70 robos con fuerza en domicilios. Uno de los detenidos en Barcelona por los Mossos habría participado en estos robos.
Los Mossos se coordinaron con el Centro de Cooperación Policial y Aduanera para gestionar la recogida de las joyas robadas con las víctimas. Así pues, el pasado lunes 8 de enero de 2018, una vez finalizada la investigación, cuatro víctimas francesas que habrían sufrido los robos en sus domicilios de Francia se desplazaron hasta las dependencias del cuerpo de los Mossos en Barcelona y reconocieron sus joyas con la aportación de soportes físicos y facturas para verificar su propiedad.
