Agentes de la Policía de la Generalitat - Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de las comisarías de Cornellà y de Esplugues de Llobregat detuvieron el miércoles 5 de julio a tres hombres como presuntos miembros de un grupo criminal, falsificación de documento mercantil y por estafa. Los detenidos, de 41, 43 y 46 años, son de nacionalidad española y tienen su domicilio en Castellbisbal y en Cornellà de Llobregat.
La investigación se inició a finales de 2016 cuando se tuvo conocimiento de las acciones ilegales que desarrollaba un grupo criminal con el objetivo de estafar a diferentes bancos mediante la cobertura de empresas legalmente constituidas. El principal investigado y jefe del grupo había sido anteriormente trabajador de banca y por este motivo conocía perfectamente los sistemas y procedimiento internos relativos a la comprobación y concesión de créditos y aceptación de pagarés a pequeñas y medianas empresas. Con estos conocimientos previos, lo primero que hacía era seleccionar una empresa ya constituida, sin actividad pero con relativa antigüedad. A continuación, contactaba con el administrador de la empresa y la adquiría. Así lo hizo hasta con cinco empresas.
Acto seguido, buscaba a alguna persona con necesidades económicas y le ofrecía un buen sueldo para que figurara como administrador principal de la empresa adquirida, con la intención oculta de que hiciera de testaferro y que las reclamaciones patrimoniales por impago de los bancos recayeran en él.
Ya con la empresa adquirida y el testaferro nombrado, se dirigía a diferentes bancos y haciéndose pasar por director financiero de la empresa y gracias a sus conocimientos de economía y banca, se ganaba la confianza de los directores de las entidades bancarias a las que quería estafar.
Después de un breve período de tanteo, durante el cual los investigados hacían movimientos de dinero y de tarjetas corporativas que invitaban a pensar que todo era normal en la actividad de la empresa, emitían pagarés falsificados y, mediante estos, pedían adelantos de pagos y líneas de crédito destinados a la compra de maquinaria hasta obtener, de cinco bancos diferentes, más de 600.000 euros en total. Posteriormente, los testaferros nombrados como responsables a efectos legales de la empresa retiraban en metálico de las cuentas de las empresas las cantidades estafadas y se las entregaban al jefe de la trama. Los créditos no eran devueltos y los pagarés se comprobaban posteriormente como falsos.
Los estafadores hicieron todas las estafas en el mismo lapso de tiempo, entre octubre de 2015 y abril de 2016, para así evitar que las entidades bancarias pudieran informarse entre ellos de que habían solicitado préstamos y/o habían emitido pagarés o facturas simultáneamente a diferentes bancos.
Ante estas evidencias, los agentes detuvieron a tres hombres, dos de ellos hermanos, como presuntos miembros de un grupo criminal y autores de los delitos de falsificación de documento mercantil y de estafa continuada, aunque el cerebro del grupo no ha sido detenido porque se encuentra fugado posiblemente en un país de América del Sur.
Los arrestados pasaron a disposición judicial y el juez en funciones de guardia decretó su libertad con cargos. La investigación continúa abierta para poder detener a los otros dos estafadores implicados.