La Guardia Urbana de Cornellà detuvo pasada la medianoche del viernes al conductor de un patinete eléctrico por circular sin los faros reglamentarios y saltándose un semáforo en rojo en la carretera de Sant Joan Despí.
La patrulla que lo detuvo comprobó que el vehículo que llevaba estaba modificado para circular a más de 25 km/h (velocidad máxima autorizada para un VMP), ya que el indicador de velocidad marcaba 118 km/h a la máxima potencia, y que el conductor no disponía de permiso de conducción, por lo que fue denunciado por este motivo, por circular de manera negligente, por no llevar luces y por no respetar el semáforo.
Después de registrar al conductor, se comprobó que, además, llevaba encima 155 gramos de hachís, dos botellas de popper, dos navajas, un espray de pimienta no homologado, una defensa rígida y un chaleco antibalas, material que fue intervenido junto con el patinete.
Al conductor se le practicó un test de drogas que resultó positivo en THC, opiáceos, cocaína, heroína, anfetamina y benzodiazepinas.
La Guardia Urbana ha instruido contra el detenido diligencias por un delito contra la seguridad vial y por un delito contra la salud pública. El vehículo ha sido ingresado en el depósito municipal de vehículos y todo el material que llevaba intervenido.
Según datos de la Guardia Urbana de Cornellà, durante el año 2022, se abrieron 1.762 expedientes sancionadores contra Vehículos de Movilidad Personal (VMP) en la ciudad. Se trata de un aumento del 90 % respecto de las sanciones impuestas en el año 2021.
La Ordenanza Municipal de Circulación de Vehículos y Peatones se modificó en el año 2021 para adaptarla al crecimiento exponencial de la utilización de vehículos de movilidad personal (VMP) en la ciudad, principalmente patinetes, y de acuerdo con la normativa aprobada por el Gobierno Central. El objetivo principal es regular la circulación de estos vehículos exclusivamente por la calzada o por los carriles segregados, para evitar comprometer la seguridad de los peatones.