Agentes de la Policía de la Generalitat - Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de la comisaría de Cornellà de Llobregat detuvieron, el viernes 8 de septiembre, a una mujer española de 28 años y vecina de Sant Andreu de la Barca, como presunta autora de un delito de desórdenes públicos en un hotel de Cornellà de Llobregat.
La investigación se inició el domingo 20 de agosto, hacia las 00:20 horas, cuando los investigadores recibieron el aviso de que se habrían producido dos llamadas al teléfono de emergencias 112, en las cuales el comunicante manifestaba que había una bomba en un hotel del municipio de Cornellà de Llobregat. Se da la circunstancia de que esta amenaza se produjo dos días después de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Como medida de prevención y dado el protocolo policial establecido, las dotaciones policiales desalojaron, hacia las 00:30 horas, a los 196 clientes del hotel, de una manera ordenada y sin incidentes hasta un punto de encuentro en la vía pública. Asimismo, la Guardia Urbana de Cornellà de Llobregat cortó la calle, en ambos sentidos.
Hechas las comprobaciones pertinentes, se consideró que había sido una falsa amenaza de bomba, y hacia las 04:30 horas, los clientes volvieron de nuevo a sus habitaciones.
Durante este tiempo, los responsables del hotel hicieron gestiones con hoteles cercanos para reubicar a las familias con menores y se entregaron de manera continua, mediante carros de transporte de maletas, una gran cantidad de botellas de agua y de pastas para atender a los clientes que se encontraban en la calle. Además, abonaron el importe de 80 habitaciones, de manera que la responsable del establecimiento hotelero evaluó las pérdidas patrimoniales por un valor de unos 8.000 euros.
Los investigadores averiguaron que las dos llamadas se habrían realizado desde el mismo hotel desalojado, concretamente desde la propia centralita del hotel y visionaron las imágenes de las cámaras de seguridad.
Finalmente los investigadores identificaron a la persona que habría realizado las dos llamadas, una de las trabajadoras del establecimiento hotelero. Los agentes la citaron para declarar en sede policial, el viernes 8 de septiembre, donde quedó detenida como presunta autora de un delito de desorden público por las dos amenazas de artefacto explosivo.
Los Mossos d'Esquadra recuerdan que realizar llamadas con amenazas de artefactos explosivos es un delito y pueden conllevar penas de hasta un año de prisión según el artículo 561 del Código Penal.
La detenida pasó a disposición judicial y el juez decretó su libertad con cargos.