La Policía Nacional ha desarticulado un grupo que explotaba sexualmente a mujeres chinas en España, Bélgica, Suiza y Países Bajos en una operación coordinada por Europol y con la policía belga. Una ramificación de la organización captaba a las mujeres en China y las trasladaba a Europa con permisos de residencia falsos para que pudieran circular por el territorio Schengen. Las víctimas llegaban a contraer una deuda de unos 27.000 euros. Otra parte de la red operaba en Barcelona y trasladaba a las mujeres a casas, habitaciones de hoteles y apartamentos que alquilaban previamente en buscadores de viajes online para ejercer la prostitución. Hay 31 personas detenidas, 30 en Bélgica y una en Barcelona, y se han realizado 23 registros, seis de ellos en Cataluña.
La policía ha intervenido más de tres millones de euros en efectivo, cuatro toneladas de monedas y teléfonos y documentación.
La red estaba perfectamente estructurada y tenía varias ramificaciones. Utilizaban visados de turista para entrar a las mujeres en Europa y después les daban permisos de residencia falsos. En Barcelona había otro grupo que se ocupaba de introducir a las mujeres en la prostitución. Tenían que estar disponibles las 24 horas del día y en condiciones insalubres en algunas ocasiones.
Este grupo concretaba los servicios sexuales con los clientes y funcionaba como un 'call center'. Tenían un control absoluto sobre las víctimas y sabían cuánto cobrarían por cada servicio. Cuando terminaban, se quedaban la mitad del dinero para pagar el alquiler y la otra mitad se le daba a la ramificación que se había encargado de trasladarlas a Europa. Nunca podían devolver la deuda.