Denunciado un cazador sueco por abatir una cabra disparando desde una zona de seguridad en el macizo del Port

29 de abril de 2019 a las 15:41h

Los Agentes Rurales han denunciado a un cazador sueco y su guía por abatir una cabra salvaje disparando desde una zona de seguridad en el macizo del Port. Los hechos ocurrieron el sábado pasado en el camino que lleva al paraje de la Caramella, dentro del parque natural y del término municipal de Roquetes. Una persona que transitaba por la zona denunció que se estaban realizando disparos que podían poner en riesgo la seguridad e integridad de las personas que transitaban por la pista. Los efectivos desplazados hasta allí encontraron a un grupo de cuatro cazadores con rifles y su guía apostados en el camino. Allí comprobaron que uno de ellos había abatido al animal disparando desde este espacio, que se encuentra excluido de la práctica de la caza. El grupo tenía permiso para cazar en un coto próximo, del cual es titular el presidente de la Federación Catalana de Caza en las Tierras del Ebro, Manolo Royo. El denunciado podría enfrentarse a una multa superior a los 6.000 euros. El cazador y el guía se enfrentan, ahora, a sanciones por infracciones muy graves de la normativa. Principalmente el hombre que disparó, a quien se le decomisó el arma y la cabeza de la cabra abatida. Por el hecho de realizar disparos dentro de la zona de seguridad así como también fuera de los límites de su área de caza, podría enfrentarse a una multa superior a los 6.000 euros, según han apuntado fuentes conocedoras del sector, incluyendo las infracciones y el valor de la pieza, en función de la cornamenta.

Preguntado por la ACN, Royo ha reconocido que autorizó al denunciado a cazar en su coto. A pesar de asegurar que se encontraba, precisamente, fuera del territorio participando en la asamblea general de la Federación Catalana de Caza, ha confirmado que el hombre habría disparado desde una zona de seguridad, donde no está permitido utilizar armas, pero ha negado que lo hiciera fuera de los límites del área privada. Según ha añadido, la Generalitat permite cazar en esta zona del parque natural para reducir la densidad de las cabras afectadas por la sarna. La actividad atrae a numerosos cazadores extranjeros que pagan considerables cifras económicas para poder abatir diferentes ejemplares, que se valoran según la cornamenta.

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