Peter Brennan, que se alojaba en el hotel Hilton de Nashville (Estados Unidos), en un viaje de negocios, mientras reposaba de su agotamiento, en medio de la madrugada notó que algo extraño -y asqueroso- pasaba en sus pies.
En sus pies estaba David Patrick Neal, el gerente nocturno del establecimiento, que, creyéndolo profundamente dormido, le estaba lamiendo los dedos de los pies.
La primera reacción de Brennan al encontrarse en esta desconcertante situación, fue gritar y llamar a la policía mientras le recriminaba su actuación. A pesar de todo, ha explicado que cuando hacía la denuncia, notó que había oficiales que parecían no tomárselo muy en serio.
UN GERENTE EN PROBLEMAS
Por su parte, el gerente confesó a la policía que había entrado en la habitación porque, supuestamente, olía a humo y que quería intentar asegurarse de que el hombre se encontraba en buen estado de salud. Las explicaciones no convencieron a la empresa, que lo echó inmediatamente.
