Como en el caso del cuento de Blancanieves, Angela Pollina era una madrastra malvada. Pollina, de 45 años, vivía con el policía de Nueva York Michael Valva en una casa de Long Island con seis menores de edad: tres hijas de ella y tres más de él, de anteriores relaciones.
Dos de los hijos naturales de Valva, Thomas, de 8 años y Anthony, de 10, eran autistas y maltratados y dejados de lado deliberadamente por Michael y Pollina. Las investigaciones llevadas a cabo demuestran que los dos niños sufrieron de abuso físico y negligencia.
Entre septiembre de 2017 y enero de 2020, hay varios informes del Distrito Escolar que alegan que en numerosas ocasiones Thomas y su hermano Anthony llegaron a la escuela con hambre, frío, sucios o marcados con arañazos, moratones y cortes.
La cadena de maltratos terminó el 17 de enero de 2020 cuando, en una noche de temperaturas árticas, Thomas fue castigado a dormir en el garaje. Por la mañana, cuando avisaron a los servicios de emergencias el niño ya estaba muerto, congelado.
UN JUICIO MUY DURO
Un jurado de Long Island condenó esta semana a Pollina, una ex facturadora médica de 45 años, por asesinato en segundo grado.
El juez de la Corte Suprema del condado de Suffolk, Timothy Mazzei, censuró a Pollina por su espantoso trato al pequeño Thomas Valva y su hermano mayor, Anthony, que sobrevivió. “Torturaste a estos niños, los torturaste”, afirmó.
"Lo único que lamento, señorita Pollina, es que no tienen un garaje", dijo Mazzei a la condenada, sobre la prisión donde cumplirá condena. “Aquí es donde mereces estar por el resto de tu vida”.
El padre, Thomas Valva, ya fue condenado a 25 años de prisión en un juicio anterior.
LA MADRE BIOLÓGICA HABÍA DENUNCIADO LOS ABUSOS
Justyna Zubko Valva, madre biológica de Thomas, había denunciado abusos de sus tres hijos a manos de su exmarido policía y en junio de 2020 presentó una demanda federal de $200 millones de dólares. Ella había perdido la custodia de sus tres niños por un supuesto abuso de poder de Valva, como policía.
La madre alegó en la demanda que los tribunales de Long Island, los funcionarios escolares y las agencias de servicios sociales no protegieron al niño de los abusos de su padre policía, a pesar de las muchas señales que habían aparecido antes del fatal desenlace.
“Zubko Valva había presentado pruebas ante el tribunal, CPS (servicios de protección infantil), la policía y los abogados de los niños (Tribunal de Familia) varias veces que mostraban el grave abuso físico, mental y sexual de sus hijos por parte de Valva y Pollina”, dijo entonces su abogado demandante. Días después de la muerte de Thomas la madre recuperó la custodia de sus dos hijos supervivientes.