Declararán como Bien Cultural de Interés Nacional el patrimonio ferroviario de Móra la Nova

17 de junio de 2017 a las 07:51h

La Generalitat declarará como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) el patrimonio ferroviario de Móra la Nova (Ribera d'Ebre) como paso previo para impulsar su conservación y puesta en valor. El director general de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio, Jusèp Boya, ha adquirido este compromiso tras visitar el Museo del Ferrocarril de la población y asistir a la presentación de su plan estratégico, que ha elaborado la URV. A partir de las potencialidades del mismo equipamiento y el proyecto de poner en marcha el tren turístico 'Lo Caspolino', el documento define cinco escenarios para potenciar la proyección del patrimonio ferroviario como elemento de dinamización económica territorial integrado en las sinergias turísticas así como con la creación de productos especializados. "No creo que haya en todo el Estado demasiados lugares con un grado de integración, conservación y elementos como este", ha declarado Boya. Según ha precisado, la propuesta de declaración de BCIN, sea en el ámbito de "lugar histórico" o "zona de interés etnológico", se pondrá en marcha una vez que la Fundación para la Preservación del Patrimonio Ferroviario Industrial de Móra la Nova, que ha levantado y gestiona el centro, presente la propuesta de delimitación de entorno y la documentación que acredite la "excepcionalidad" de estos elementos. En este sentido, Boya se ha mostrado convencido de que el patrimonio existente puede recibir fácilmente el visto bueno del Consejo Asesor del Patrimonio Catalán para conseguir este objetivo. "En el campo de la arqueología industrial es comparable a la Catedral de Tarragona", ha apuntado.

Se trataría, sin embargo, según ha precisado, de una primera fase de un proyecto mucho más ambicioso que en una segunda fase debería definir el "proyecto de conservación y puesta en valor" que, en un tercer estadio, debería acabar ejecutándose. En este sentido, ha remarcado que la iniciativa de la Fundación, con el objetivo de poner en marcha en 2019 el tren turístico Caspolino, entre el Camp de Tarragona y Caspe, a partir de 2019, podría convertirse en el eje "singular" de un proyecto que podría actuar como "polo de atracción turística en un territorio con muchos elementos de interés paisajístico, gastronómico o etnológico".

El despliegue ordenado de estos objetivos, su hoja de ruta, se encuentra contenido en el plan estratégico del Museo del Ferrocarril que ha elaborado la URV y que Boya, acompañado del director del Museo de la Técnica y la Ciencia de Cataluña, Jaume Perarnau, han presentado este viernes por la tarde. Un documento que, además de proponer medidas que permitan encuadrar el equipamiento dentro del Museo de la Ciencia y la Técnica de Cataluña, junto con 28 museos y espacios patrimoniales de la industrialización catalana. Según ha explicado uno de sus autores, Josep Maria Pinyol, de la URV, plantea cinco escenarios "viables", trece objetivos y 38 actuaciones, entre 2017 y 2022, en función de los recursos que se vayan consiguiendo, con el mismo Museo y el proyecto de 'Lo Caspolino' como ejes centrales.

Efecto multiplicador

Son componentes, ha abundado, que de forma autónoma pueden ser viables y competitivos a la hora de desarrollar actividad económica, "pero combinados tienen un efecto multiplicador". En este sentido, considera Pinyol que combinar los recursos del patrimonio industrial con los recursos turísticos a lo largo del recorrido de 'Lo Caspolino' puede dar lugar a sinergias y dinámicas positivas para el desarrollo territorial. Las medidas planteadas van desde las pequeñas mejoras al desarrollo integral del museo y del tren turístico, incluyendo aspectos detallados como la señalización del recinto, en un nivel inferior, hasta el trabajo para potenciar, por ejemplo, "productos vinculados a la tematización en torno a la Navidad", a raíz de los contactos establecidos en Estados Unidos con empresas especializadas en eventos ferroviarios. Entre medio, otros aspectos como la recuperación de los espacios, visitas de colectivos específicos, estructurar un 'hub' turístico territorial, potenciar la identidad corporativa o nuevas formas de visualizar las instalaciones.

"Cuando planteamos el proyecto hace diecisiete años nos tomaban por tontos", ha rebatido, por su parte, el presidente de la Fundación, que con 250 asociados trabaja desde hace diecisiete años en la recuperación y valorización de este patrimonio para "devolverlo a la sociedad" a partir de sus potencialidades económicas y turísticas. El plan estratégico presentado, prevé que el Museo pueda llegar a recibir unos 20.000 visitantes anuales.

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