Deborah Zimmerman y Jaume Marsé: "Invitados de piedra"

25 de octubre de 2017 a las 11:50h

El pasado 4 de octubre, las concejalas que firmamos este artículo fuimos testigos de la última reunión del Consejo General del Consorcio para el desarrollo del Eixample Norte (Soterrània, para quien lo entienda mejor). Asistimos en calidad de invitados, sin voz ni voto, ya que hace dos años el gobierno socioconvergente, con un abuso de poder incontestable, expulsó la representación de la CUP y la sustituyó por la del PP, saltándose en el mismo acto al grupo municipal de Som VNG, que cuenta con más representación en el pleno.

En esta reunión del Consejo se aprobaron las cuentas anuales y la liquidación del presupuesto correspondiente al ejercicio 2016. También informaron sobre el estado de tramitación de la Modificación Puntual del PGOU, a partir de las alegaciones e informes recibidos; y del estado de tramitación de la propuesta de reforma de estatutos del Consorcio. Esta reunión se hizo, como otras, con un quórum de asistencia de dudosa legitimidad, ya que sólo había un representante del Ayuntamiento, el concejal de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, que además preside el propio Consorcio y ejerce sus funciones gerenciales. ¡Los representantes de los demás grupos municipales no estaban presentes! Algunos de ellos le habían delegado el voto al único concejal que estaba representando allí al municipio y con eso era suficiente para alcanzar, el dudoso quórum, de asistencia y de votación, porque claro, la representación del INCASOL sí que estaba completa. Con esta composición, evidentemente no hubo ningún debate: una manera ideal de sacar adelante proyectos controvertidos, sin necesidad de "perder el tiempo" con las voces críticas.

La principal reforma de los estatutos es el cambio en la adscripción de este Consorcio. En los nuevos estatutos se elimina el artículo que dice que el Consorcio es de naturaleza autonómica, o sea de la Generalitat. Esto conlleva que todo el peso y responsabilidad económica recaerá sobre el Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú. O sea que cuando todo esto termine como prevemos, mal, el responsable único será nuestro Ayuntamiento, ya bastante endeudado, que tendrá que hacer frente a un mayor endeudamiento. Y lo peor de todo es que la capacidad de decisión en el Consejo General del Consorcio la tendrá el INCASOL, ya que sólo se sacará adelante todo aquello que esté en su línea.

¿Y esto por qué pasará? Porque además del cambio en la adscripción, se ha cambiado el sistema de votación y a partir de que se aprueben definitivamente (¡vete a saber cuándo!), los acuerdos se tienen que adoptar con un quórum del 75%. El Ayuntamiento participará con un 51%, repartidos entre sus miembros en proporción a la representación del grupo municipal correspondiente en el Pleno de la corporación. El INCASOL ya contará con un 49% (sólo hará falta que vaya una sola persona con los votos delegados bajo el brazo) y tendrá suficiente con el apoyo de los 2 representantes del gobierno para sacar adelante lo que le dé la gana. Con la connivencia de la sociovergencia, ya ni hace falta que participe ningún grupo de la oposición a las reuniones

Ya hace dos años que el Consorcio para el desarrollo del Eixample Norte toma decisiones sin la participación de una parte muy importante de cargos electos. Los que sí que tienen representación "legal", por lo que parece no tienen mucho interés en el asunto, o están muy confiados en el proyecto y el modus operandi del gobierno. Los abajo firmantes sólo han conseguido asistir sin voz ni voto, como invitados de piedra incapaces de incidir en las decisiones.

La reunión transcurrió sobre raíles: en los escasos 14 minutos que duró se aprobaron todos los puntos; y que nadie dijo nada en el turno abierto de palabras, último punto del orden del día, que para nosotros era un auténtico sarcasmo.

Jaume Marsé. Concejal CUP

Deborah Zimmerman. Concejala Som VNG

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