El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha reunido este martes a los alcaldes del conocido como Pacto de Berà para comprometerse a acelerar al máximo los trámites para desviar los camiones de la N-340 hacia la AP-7. Aunque los alcaldes del Tarragonès y el Penedès confiaban en que el encuentro con el ministro serviría para conocer una fecha exacta para sacar los vehículos pesados de la nacional, De la Serna tan sólo ha remarcado una voluntad de "trabajar con celeridad" y se ha comprometido a informarles detalladamente de todos los avances que haya para aplicar la medida. Los alcaldes han lamentado la falta de concreción, mientras han insistido en pedir que se "resuelva el problema", reclamando aparcar los reproches políticos sobre quién es el responsable de haber prometido que el 1 de enero se desviarían los camiones y quién ha incumplido este anuncio.
Aprovechando una nueva visita a Cataluña, Íñigo de la Serna ha reunido este martes en una sala del Aeropuerto del Prat a los alcaldes de Altafulla, Torredembarra, Creixell, Roda de Berà, el Vendrell, Bellvei, l'Arboç, Castellet i la Gornal, Santa Margarida i els Monjos y la presidenta del Consejo Comarcal del Baix Penedès. El ministro respondía así a la carta que los alcaldes le enviaron a principios de mes a raíz del accidente de la N-340 en el Vendrell en el que murieron tres vecinos de l'Arboç. Los alcaldes confiaban en que la cita serviría para fijar una fecha en el calendario, pero durante la escasa media hora que ha durado el encuentro el ministro ha declinado cualquier concreción. De la Serna ha asegurado que "aunque Fomento deseara anunciar una fecha, no podemos hacerlo y hay que ser prudentes". Según el ministro, todos los trámites que hay que superar hasta poner en marcha el desvío de camiones de la N-340 con bonificaciones para utilizar la autopista no están en manos de su Ministerio. Se ha referido así a la firma del acuerdo con Abertis –concesionaria de la AP-7-, al acuerdo para ampliar el presupuesto con 12 MEUR para asumir las bonificaciones de los camiones y al acuerdo entre el Servei Català del Trànsit y la DGT para modificar la normativa de la N-340. Una vez superados todos estos escalones, ha asegurado el ministro, la medida se podrá elevar al Consejo de Ministros, previo aval de la abogacía del Estado. Por todo ello, a pesar de la insistencia de la prensa, De la Serna ha evitado concretar un plazo para hacer efectivo la retirada de camiones de la carretera nacional y poner en marcha también la gratuidad de la autopista para los residentes que hagan el viaje de ida y vuelta el mismo día. Sólo se ha comprometido a acelerar las gestiones y mantener informados a los Ayuntamientos a través del Subdelegado del Gobierno en Tarragona. Los alcaldes han lamentado haber terminado la reunión sin una fecha señalada en el calendario, pero han asegurado que el compromiso del ministro "no es menor". El portavoz del Pacto de Berà y alcalde de El Vendrell, Martí Carnicer, ha aplaudido la palabra que les ha dado De la Serna, a quien han subrayado la importancia de que la situación de la N-340 pudiera estar resuelta este verano, ya que es cuando se dispara el tráfico en la zona. En cuanto al debate sobre el 1 de enero como fecha en que se debería haber aplicado la medida y el incumplimiento de este plazo, Carnicer ha explicado que "no se ha hablado" de esta cuestión durante la reunión y ha pedido pasar página: "Venimos a reclamar que se resuelva el problema. Lo importante es esto". A su vez, sobre esta cuestión, Íñigo de la Serna ha lamentado implícitamente que en septiembre fuera el entonces consejero de Territorio Josep Rull quien dijera que Fomento había aceptado retirar los camiones de la N-340 a partir del 1 de enero. "No podemos dar fechas que no se pueden cumplir, ya que pueden haber confusiones y se derive un uso político", ha espetado, reiterando que el Ministerio de Fomento "no anunció ningún plazo". "Para evitar malentendidos, los plazos deben venir directamente del Ministro, y cualquier fecha que no dé yo personalmente, se debe considerar como una referencia en boca de quien lo diga", ha añadido el mismo De la Serna, reclamando "evitar situaciones desagradables como la que se ha derivado del accidente de El Vendrell, con tensiones entre los alcaldes y el gobierno español".