Las detenciones por tráfico de drogas en el Camp de Tarragona han aumentado un 19% en el último año, en el período de junio a junio. Así, en el último año se han detenido a 351 personas, frente a los 295 arrestados de junio de 2016. El nuevo comisario de los Mossos en el Camp de Tarragona, David Boneta, ha explicado que el cultivo y tráfico de marihuana tiende al alza. "Se ha incrementado por la facilidad del cultivo: se puede hacer en un lugar cerrado y se obtiene un rendimiento económico importante". Además, "es fácil de cultivar y de distribuir", apunta Boneta, que dice que "socialmente no está tan mal vista como las drogas duras, por la creencia equivocada de que consumir marihuana no hace nada y no es nociva". Por otra parte, "la pena que puede imponerse es inferior, y todo ello hace que la marihuana tenga un peso importante", sostiene.
Según Boneta, los grupos organizados se caracterizan por una gran movilidad por todo el territorio catalán y requieren un "seguimiento muy intenso". Una lámpara tiene potencia suficiente para abastecer unas veinte plantas. Cada planta da un provecho de unos 400 gramos de florescencia a un precio, por gramo, de 5 euros aproximadamente. Esto significa que, una planta puede rendir unos 2.000 euros al año. "Pero no es tanto la cantidad de la droga que encontramos, sino el hecho de comercializar una sustancia estupefaciente", diferencia el comisario Boneta, el cual ha destacado la colaboración ciudadana para detectar traficantes. "Es un tema que ha aflorado por su rendimiento económico, pero, a la vez, como cada vez ha salido más a la luz pública, a través de los medios, cada vez recibimos más información, ya que la gente está más alerta de cualquier actividad sospechosa o anormal en masías o granjas abandonadas, o avisos de compañías que detectan fraudes en consumo de electricidad o de agua", explica el comisario. "Cualquier tipo de información que nos llega a la región, se investiga y se actúa", asegura.