Cinco alumnos de 1º de ESO de la Escuela Vedruna de Girona han llegado a la final de un concurso de robótica organizado por la empresa americana Vex y que se celebrará el 20 de abril en la ciudad de Louisville, en Estados Unidos. Lo harán tras imponerse en el campeonato que se celebró hace un mes en Salt, donde participaron diferentes equipos de toda Cataluña.
Hasta la fecha del viaje, los padres de los jóvenes y la escuela han preparado diferentes actos como una merienda popular o la venta de llaveros y números de la rifa, que se sumarán a las aportaciones que ya han recibido por parte de diversas instituciones y que deben servir para pagar el viaje y la inscripción. La directora de la Escuela Vedruna, Marta Oliva, se muestra "orgullosa" de que el nombre del centro llegue tan lejos y dice que lo más importante es la experiencia que supondrá para los cinco alumnos.
Gerard, Àngel, Marc y Adrià son cuatro jóvenes que cursan 1º de ESO en la Escuela Vedruna de Girona y que están a punto de hacer realidad lo que hasta hace poco parecía sólo un sueño. Viajarán junto con sus padres a Louisville, en el estado de Kentucky (EE.UU.) para enfrentarse a unos ochenta equipos más de todo el mundo en el concurso de robótica que organiza la empresa americana Vex. Lo harán porque han sido los ganadores de la prueba regional que se hizo en Salt, donde participaban jóvenes entre 6 y 14 años.
Adrià reconoce que "les ha sorprendido" ser los ganadores y, como sus compañeros, dice que "se muere de ganas" de llegar a Louisville para poder competir. "Sabíamos que podríamos hacerlo bien, pero no pensábamos que ganaríamos", dice Àngel. La final consta de dos categorías, la Vex IQ donde están encuadrados los jóvenes gerundenses y que está reservada a alumnos entre 6 y 14 años, y la Vex EDR, reservada para estudiantes de edades superiores. Aunque saben que será muy difícil los cuatro alumnos del Vedruna aseguran que tienen "toda la ilusión del mundo" para hacerlo bien y, por qué no, ganar. Hasta el día de la competición los jóvenes están terminando de afinar los dos robots que presentarán y que deberán superar varias pruebas, enfrentándose con máquinas de otros equipos. En este trabajo les está ayudando Èlia, la quinta componente del grupo que no podrá viajar a Estados Unidos por temas personales. Una experiencia vital La directora del Vedruna, Marta Oliva, explica que es un orgullo que el nombre del colegio viaje tan lejos y dice que lo más importante para los cuatro chicos es "la experiencia de vida" que tendrán. "Sólo hay que ver lo contentos que están", destaca Oliva. Desde el colegio se han volcado para ayudar a los jóvenes a pagar los gastos del viaje, con diferentes actos como una merienda popular o la venta números de la rifa. Además, también han pedido financiación a diferentes instituciones y empresas privadas que quieran patrocinar las camisetas que los jóvenes lucirán en el concurso. Hay que tener en cuenta que además del vuelo a Chicago, hay que sumar el coche de alquiler hasta Louisville, las noches de hotel y la inscripción para poder participar en la final, y que cuesta 800 euros.