El pasado viernes, 30 de junio, la estación de autobuses de Tarragona fue el centro de atención, ya que un individuo estaba consumiendo drogas a plena luz del sol. En el andén de la estación se produjo una escena insólita: un hombre se pinchó con una jeringa detrás de su rodilla, una de las zonas del cuerpo más común para consumir este tipo de drogas. Sin saber si se trata de cocaína o heroína, la importancia de esta escena es el aumento de personas que consumen estas drogas inyectadas. Se debe recordar que el consumo de drogas que ingresan al cuerpo de manera intravenosa hace que aumente el riesgo de sufrir una sobredosis.
Aunque se trata de un hecho aislado, es cierto que en los últimos años ha incrementado el consumo de drogas en la ciudad de Tarragona. Tal como publicaba la ONG Projecte Home de Catalunya en su informe anual: "la cocaína vuelve a ser la droga más consumida entre las personas con el 46% de los casos en 2016, sin tener en cuenta las drogas legales (como el tabaco o el alcohol)". Aparte, el policonsumo –consumición de más de una droga— de estas sustancias dificulta que se traten las adicciones que se acaban teniendo, ya que para poder tratarlas se debe recetar otro estupefaciente menos adictivo que sustituya al primero, aunque cada caso es único. Tal y como informa la web especializado de la Generalitat sobre este tema, actualmente, existen tratamientos farmacológicos efectivos que facilitan el proceso de deshabituación y esto favorece la incorporación en programas de reinserción social y laboral.