El juzgado penal número 1 de Tarragona ha condenado a una falsa veterinaria que actuaba en la comarca del Baix Penedès a un año y diez meses de prisión por un delito de falsedad en documento público.
Las partes han llegado a un acuerdo de conformidad y la mujer no ingresará en prisión, ya que no tiene antecedentes penales y la pena es menor a dos años, según han informado a Efe fuentes judiciales.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Tarragona denunció a la mujer -que entonces tenía 36 años- en agosto de 2016 por falsedad documental.
Varios veterinarios se habían quejado de que publicitaba servicios de peluquería canina, pero que, en realidad, ejercía atención sanitaria a los animales sin estar titulada.
La procesada falsificó recetas y también utilizó fotocopias en lugar de la cartilla de sanidad animal, todas con el mismo número de serie, sin sello y con un número de colegiado que no se correspondía con el de ningún profesional.
Las indagaciones también determinaron que las vacunas que había administrado a los animales no se correspondían con ningún medicamento, sino que les había inyectado un componente inocuo o un placebo.