La plaza de la Paeria ha acogido la lectura del pregón con el que se anuncia que comienza la Fiesta Mayor de Lleida tras el pasacalle que realiza el cortejo de la fiesta, integrado por los Heraldos y los Signíferos con el Penón, los Bastoners del Pla de l'Aigua, el baile de la Moixiganga, el Ball de Moros i Cristians, el Ball de Cavallets, los Cabezudos, los Gigantes, las Trampas, y el Marraco.
El pregonero del Ayuntamiento de Lleida se ha dirigido al numeroso público que se ha reunido en la plaza de la Paeria para proclamar el inicio de la Fiesta Mayor: "La Fiesta Mayor es para vivirla, para pequeños y grandes, para la gente de Lleida y venida de todas partes. La tronada y el pregón señalan el inicio de la Fiesta Mayor. Disfrutémosla juntos"
El alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, junto con concejales de la corporación y autoridades, ha asistido a la lectura del pregón en la plaza Paeria, que después se ha reproducido en diferentes puntos del recorrido, en la plaza de la Catedral, en la avenida de Blondel y, de nuevo, en la plaza de la Paeria.
Numeroso público, especialmente niños, se ha reunido en la plaza de la Paeria para ver la primera salida en esta fiesta mayor, del Marraco, los Gigantes y los Cabezudos.
Las Trampas del pregón cumplen 300 años
Entre los elementos más significativos del Cortejo de la Fiesta Mayor figuran "Las Trampas", que datan con toda probabilidad del año 1719 y son los timbales más antiguos de Cataluña. El Archivo Municipal conserva un albarán de pago que acredita la construcción de tres pares de timbales.
Las trampas es la denominación de los antiguos timbales que, desde la Edad Media, se han utilizado como elemento protocolario en las celebraciones de la ciudad.
Inicialmente había tres parejas de timbales y nunca salían solas, lo hacían conjuntamente con un grupo de trompeteros, que oscilaba entre cuatro y dos trompetas. Todos juntos, timbales y trompetas, constituían el grupo de músicos protocolarios de la Paeria. A partir del siglo XVIII, y de forma progresiva, su número fue disminuyendo. Los timbales quedaron reducidos a una única pareja y los trompeteros (también llamados clarineros o pregoneros) desaparecieron definitivamente en la segunda mitad del siglo XX.
La progresiva introducción, a partir del siglo XIX, de las modernas bandas de música también contribuyó a relegar cada vez más a estos músicos a la figura de simples personajes festivos. Su función protocolaria se ha preservado hasta la actualidad dentro de la Fiesta Mayor, y en concreto durante el cortejo del Pregón, una de sus funciones históricas más importantes.
El punto de libro que se edita cada Fiesta Mayor se dedica en esta ocasión a las Trampas del Pregón.
