La Audiencia de Barcelona ha comenzado a juzgar este lunes a un hombre acusado de violar a cuatro mujeres en el barrio del Eixample de la capital catalana entre finales de 2015 y principios de 2016 y a una quinta en 2004. Las víctimas, todas jóvenes, eran atacadas cuando entraban a su portal de madrugada y el hombre las amenazaba con cuchillos o destornilladores. El acusado fue condenado en febrero de 2014 a 8 meses de prisión por un delito de abusos sexuales, pero la pena fue suspendida dos años. La fiscalía pide hasta 90 años de prisión para el individuo, que actuaba en la zona entre la plaza España y la plaza Universidad.
El juicio durará hasta el miércoles y este lunes han declarado cuatro de las cinco víctimas a puerta cerrada y con el acusado detrás de una mampara para evitar el contacto visual con las víctimas. Este martes declararán testigos e investigadores y el miércoles lo hará el acusado. Según la abogada de algunas víctimas, Ámbar Ladrón de Guevara, las mujeres han mantenido una versión coherente de los hechos, todos muy similares, y han sostenido la identificación del acusado como su agresor, igual que hicieron al denunciarlo. Según la fiscalía, muchos años antes de ser arrestado, una madrugada de septiembre de 2004, abordó a una chica en la entrada de un portal, le pasó el brazo por el cuello y la empujó hacia dentro del ascensor. Le tapó la boca para que no gritara y la amenazó de muerte. Le exigió que se desnudara y la chica dijo que tenía la regla. El hombre la amenazó con penetrarla analmente y ante los lamentos de la víctima le dijo que le hiciera una felación. Cuando la chica empezó a gritar, el agresor puso una navaja en el cuello de la víctima y la obligó a hacerle una felación. Cuando acabó le dijo "aquí te quedas, puta" y se marchó. El 12 de octubre de 2015 actuó de una manera similar abordándola en la entrada del portal, le puso una navaja en el cuello y la empujó hacia un rincón no visible y le dijo: "Si te portas bien, no te pasará nada". El hombre la obligó a hacerle una felación y antes de marcharse le robó poco más de 20 euros. Pocos días después, el 17 de octubre, abordó a una mujer con el mismo sistema pero con un destornillador en vez de una navaja. La obligó a hacerle una felación y cuando acabó le preguntó si quería mantener un coito. La chica se negó porque decía que tenía la regla y entonces la obligó a darle 70 euros que llevaba encima. El 21 de enero de 2016 abordó a otra mujer, obligándola a arrodillarse delante suyo y la amenazó con clavarle un cuchillo de 15 centímetros: "Calla o te lo clavo". A continuación cogió la mochila de la víctima, la vació y le exigió el dinero. La chica dijo que sólo llevaba 50 céntimos y se echó a llorar. El hombre la obligó a hacerle una felación y huyó. La última víctima conocida fue el 31 de enero de 2016. Con un método similar a los anteriores, le enseñó un destornillador y le exigió dinero. La víctima se negó y el agresor le dijo que no la obligara a hacerle daño. Como encontró diez euros dentro del bolso de mano de la chica, dijo que le había mentido y añadió: "Ya sabes lo que harás ahora". Tiró el dinero al suelo, la arrinconó, la obligó a arrodillarse y la obligó a hacerle una felación. Acto seguido le ordenó que se diera la vuelta contra la pared, le subió el vestido y la penetró vaginalmente, sin hacer caso de los ruegos de la mujer. El hombre, de 40 años, nacionalidad española y vecino de Molins de Rei (Baix Llobregat), fue arrestado en marzo de 2016 como presunto autor de siete agresiones sexuales cometidas en Barcelona entre los meses de septiembre y marzo. Según los Mossos, en tres de los casos los asaltos se quedaron en tentativas ya que las víctimas consiguieron huir, pero en los cuatro restantes la agresión se consumó. En el marco de la investigación, los Mossos estaban siguiendo al hombre este domingo y lo detuvieron después de que intentara la séptima agresión. La chica, al darse cuenta de la actitud y las intenciones del agresor, huyó rápidamente por las escaleras hasta su domicilio y consiguió frustrar el ataque. Por todos estos actos, la fiscalía le acusa de cinco agresiones sexuales y cuatro robos con intimidación, uno de ellos intentado. En cuatro de las agresiones sexuales se aprecia el agravante de reincidencia. Por eso, pide un total de 90 años de prisión, 75 por las violaciones y 15 por los robos. También pide una indemnización de 12.000 euros para tres de las víctimas por los daños morales y de 20.000 euros a dos por los daños morales y las secuelas psicológicas. El ministerio público también solicita la prohibición de aproximación a las víctimas dos años después de salir de prisión y 30 años de libertad vigilada. También pide que los beneficios penitenciarios, los permisos de salida, la clasificación en tercer grado y la libertad condicional se calculen sobre el total de la pena y no sobre cada delito.