Comienza el juicio contra los acusados de matar a tiros a dos hombres en Bordils

16 de octubre de 2017 a las 13:10h
El juicio contra los dos acusados de asesinar a tiros a dos hombres en Bordils (Girona) el 9 de diciembre de 2014 ha comenzado este lunes en la Audiencia de Girona con las alegaciones previas. El fiscal sostiene que las víctimas fueron a la masía Pibernat a robar marihuana. Según su tesis, uno de los dos ladrones murió de forma "accidental" cuando, durante un forcejeo, se disparó una escopeta. Al otro, sin embargo, indica que el principal acusado lo "ejecutó" por "venganza" cuando ya huía del lugar del crimen. Por ello, pide 15 años de prisión por asesinato para uno de los procesados y 1 año y 6 meses para el otro por encubrimiento. Las tres acusaciones particulares, en cambio, consideran que ambos son "coautores" de dos delitos de asesinato y dos de tenencia ilícita de armas y quieren que los condenen a 48 años de prisión cada uno. Las defensas piden la absolución porque sostienen que actuaron en legítima defensa o con miedo insuperable.
"Los que estaban dentro de la casa aquel día (los acusados) no eran dos hermanitas de la caridad, no eran ciudadanos modelo, son dos personas acusadas por tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico", ha afirmado el fiscal del caso, Víctor Pillado. Según la tesis de la acusación pública, los ahora acusados se dedicaban a traficar con marihuana y "disponían de armas" para proteger su negocio. La noche del 9 de diciembre de 2014, los acusados se disponían a ir a descansar cuando los ladridos de los perros les alertaron de la presencia de intrusos. Según el fiscal, las víctimas "tampoco eran angelitos". "Iban a robar marihuana pero les salió mal la jugada porque quien había dentro de la casa tenía más armas que los que venían y tenían tanta o más sangre fría que ellos", ha señalado. De hecho, el fiscal argumenta que, alertados por los ruidos, los dos acusados se dirigieron a la puerta de acceso a la masía y allí comenzó un forcejeo con las dos víctimas. La acusación pública sostiene que, durante uno de los forcejeos, a uno de los asaltados se le disparó accidentalmente una escopeta causando la muerte de una de las víctimas. Por ello, argumenta que se trata de un "desgraciado accidente" y descarta que se trate de un asesinato, como sostienen las acusaciones particulares. Sí que acusa a uno de los procesados de asesinato porque cree que, una vez el otro ladrón estaba muerto en el suelo, "no dudó en ejecutar" al otro asaltante porque estaba "hasta las narices de que le fueran a robar marihuana". En concreto, le disparó un tiro por la espalda y lo remató con un segundo impacto a bocajarro en la zona de la cabeza. Una vez hecho esto, los dos hombres metieron los cadáveres dentro de una furgoneta e intentaron llevarlos hasta el río pero no lo consiguieron porque el vehículo se embarrancó. Juntos, además, eliminaron pruebas de la vivienda. Por este motivo, acusa al segundo implicado de un delito de encubrimiento. Dos asesinatos "Aquí se produjeron dos asesinatos, los dos acusados mataron a las dos personas que aquella noche fueron a su casa, y hay indicios muy potentes que fundamentan esta acusación", ha afirmado la abogada de una de las acusaciones particulares, Mónica Tarradellas. De hecho, las tres acusaciones particulares –en nombre de las familias de las víctimas- acusan a los dos procesados de dos delitos de asesinato y dos delitos de tenencia ilícita de armas. "Los dos acusados son muy amigos y viven juntos en una finca destinada al cultivo de marihuana y, además, tienen un pequeño arsenal de armas en su casa", añade Tarradellas. Las acusaciones particulares argumentan que los asaltantes no iban armados, sino que las armas del crimen eran propiedad de los acusados que, cuando oyeron ruido fuera, las cargaron para echar a los posibles ladrones. "No acudieron armados los que estaban fuertemente armados eran los acusados", ha afirmado el abogado Narcís Badosa. Por este motivo, tampoco creen que el disparo que mató a la primera víctima se disparara por accidente. El relato de las acusaciones particulares resalta que, cuando el primer asaltante cayó abatido al suelo, el otro supuesto ladrón intentó huir. "Mientras la víctima huía le dispararon por la espalda y uno de los acusados volvió a cargar la escopeta para efectuar un nuevo disparo a bocajarro", ha afirmado el letrado Marc Vila. También creen que el intento de deshacerse de los cadáveres es una muestra más de "sangre fría" y de intentar ocultar el doble crimen. "Asaltados" en casa Las defensas han resaltado que los dos acusados fueron "asaltados por una cuadrilla de personas armadas" mientras estaban "tranquilamente" en casa. El abogado del principal acusado, Carles Monguilod, ha asegurado que al menos uno de los asaltantes llevaba un arma de fuego. "No la llevaba sólo para intimidar, la llevaba cargada y, pudiendo evitar el enfrentamiento, asaltaron el inmueble y agredieron a sus ocupantes", ha expuesto Monguilod. Por ello, sostiene que actuaron en legítima defensa y con temor por su vida. "Estaban en estado de shock y tenían el convencimiento de que fuera había más gente que les querían asaltar", ha afirmado la otra abogada defensora, Gabriela Barrios. De este modo justifica que se intentaran deshacer de los cuerpos, por temor a represalias de familiares de los asaltantes. Las defensas piden la absolución de sus representantes y argumentan que actuaron en legítima defensa o con miedo insuperable. Después de constituir el miércoles pasado el jurado popular encargado de juzgar el caso, este lunes ha arrancado el juicio contra los dos acusados por el doble crimen de Bordils. El fiscal, las tres acusaciones particulares y las dos defensas han expuesto, ante el tribunal popular, las tesis que sostienen. Posteriormente, han comenzado las declaraciones de los Mossos d'Esquadra.
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