La joyería Calzada, situada en el número 78 de la calle Mayor, cierra sus puertas después de haber estado en manos de tres generaciones de la familia Calzada. En un primer momento había sido una relojería y había estado en el número 70 de la misma calle.
El último titular de la tienda ha sido Esteve Calzada, antes de serlo su mujer, Lola Mari Mangues, cuando Calzada se jubiló. Ahora el matrimonio recuerda los momentos más especiales en el comercio, aunque no recuerdan la fecha exacta de apertura, ya que el primer local se incendió junto con los documentos durante la Guerra Civil, pero antes de que eso pasara ya hacía tiempo que la tienda había abierto. También recuerdan como en un principio la calle Mayor estaba formada por comercios locales frente a las grandes franquicias y multinacionales.
Ahora después de muchos años abiertos al público cierran las puertas, ya que los titulares se jubilan y sus hijos han optado por no continuar el negocio.
Ayer cerró definitivamente la tienda, con descuentos de hasta el 50%. Durante el resto del mes se dedicarán a recoger todos los materiales que hasta ahora estaban en el local que tenían alquilado.