La "gran cacerolada" convocada por Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana (ANC) para protestar por la presencia de Felipe VI en Barcelona ha arrancado poco antes de las 9 de la noche de este domingo y ha llenado pueblos y ciudades de toda Cataluña con un sonido ensordecedor provocado por cacerolas, silbatos, bocinas, cláxones y objetos diversos. Con esta protesta las dos entidades nacionalistas han querido mostrar su rechazo al monarca "por haber apoyado la represión policial contra votantes pacíficos el 1-O". Los concentrados han lucido lazos y bufandas amarillas, muchos llevaban pancartas reclamando "libertad presos políticos" y esteladas y se han oído cánticos "las calles serán siempre nuestras" o "no tenemos miedo".
En los últimos días, la propuesta de una cacerolada para recibir a Felipe VI ya se había hecho oír en las redes y la había propuesto el exdiputado de la CUP David Fernández. Ésta es la primera visita del Rey a Cataluña desde la manifestación contra los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado 26 de agosto. El motivo es la cena oficial de inauguración del Mobile World Congress (MWC), que tiene lugar en el Palau de la Música Catalana.
ACN