La campaña de cribados se dirige a todos los miembros de la comunidad universitaria tanto de la URV como de otras universidades que impartan clases telemáticas desde Tarragona y Terres de l'Ebre. El objetivo del cribado es doble: por un lado, detectar personas asintomáticas con COVID para romper las cadenas de transmisión dentro y fuera de la universidad y, por otro, saber qué personas ya han pasado la enfermedad. Teniendo en cuenta que variantes más contagiosas como la cepa británica se concentran en personas menores de 25 años, y que en la URV este colectivo es de más de 15.000 personas, la utilidad de esta medida es clara.
El cribado consistirá en dos pruebas: una PCR mediante una automuestra nasal y un test serológico rápido con sangre capilar para saber si se ha pasado la enfermedad. La Universitat Rovira i Virgili habilitará cuatro puntos de cribado distribuidos en cuatro campus (Catalunya, Sescelades, Bellisens y Terres de l'Ebre).