Cambrils trabaja para hacer frente a la ocupación de la antigua residencia Montemar

El Ayuntamiento de Cambrils está trabajando para hacer frente a la reciente ocupación de la antigua residencia Montemar, situada en Vilafortuny. En primer lugar, el Ayuntamiento ha contactado con la propiedad, una entidad bancaria, para informarles de la ocupación del inmueble y pedirles que presenten una denuncia lo antes posible, ya que ésta es la única manera de poder actuar policialmente con una orden judicial. En segundo lugar, se ha celebrado una reunión técnica con la participación de la alcaldesa, Camí Mendoza; la concejala de Protección Ciudadana, Yolanda Quílez; el concejal de Bienestar Social, Josep Maria Vallès, y otros miembros del consistorio para analizar a fondo la situación y establecer las acciones a realizar. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la ocupación es un tema complejo, y el Ayuntamiento tiene poca capacidad de actuación en esta materia, más allá de presionar para que actúen las instancias competentes, colaborar en las acciones que pongan en marcha, velar por garantizar la seguridad de las personas y mediar en los conflictos que se puedan derivar de la ocupación. Por otra parte, cabe destacar que el Departamento de Bienestar del Ayuntamiento no tiene constancia de ninguna familia de Cambrils sin alojamiento que no esté atendida por los Servicios Sociales. De todos modos, el Ayuntamiento valorará la situación de las personas ocupantes y se les ofrecerá un alojamiento alternativo. Esta tarde, la alcaldesa, la concejala de Protección Ciudadana y el concejal de Bienestar han mantenido una reunión con los miembros del Consejo de Barrio de Vilafortuny. Los vecinos han expresado su preocupación por los posibles conflictos y problemas de convivencia que podría generar la ocupación del inmueble. Y han pedido más vigilancia policial y que se abra una vía de diálogo con los ocupantes para exponerles la inviabilidad del proyecto. Condiciones de inseguridad En 2014, el Ayuntamiento de Cambrils ya procedió a tapiar el edificio, atendiendo a las condiciones de inseguridad e insalubridad que presentaba la edificación tras el cierre de la actividad, en agosto de 2012, y para evitar más saqueos y desperfectos. Actualmente, el edificio sigue sin tener unas condiciones de seguridad mínima para ser habitable ya que no dispone de los servicios básicos de agua, electricidad, puertas, ventanas ni saneamiento. Por este motivo, el Ayuntamiento ha reabierto el expediente administrativo para volver a tapiar las instalaciones una vez se haya desalojado el inmueble.