Una operación conjunta de Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana de Barcelona (GUB) desarticuló el miércoles 15 de febrero a un grupo criminal dedicado a robos con violencia y/o intimidación en el centro de la capital catalana. La organización, formada por siete hombres de entre 21 y 43 años, tenía tres domicilios en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) donde acumulaba el botín de los asaltos, que posteriormente era vendido en el extranjero. En el operativo, los agentes de Mossos y la GUB recuperaron hasta 224 teléfonos móviles, ocho ordenadores, once tabletas y otros dispositivos electrónicos, así como varios relojes de alta gama (valorados en cerca de 60.000 euros), plumas estilográficas y 3.500 euros en efectivo.
La investigación se inició a finales de 2022 cuando los agentes recibieron varias informaciones de vecinos del distrito de Ciutat Vella, donde explicaban la proliferación de robos en la zona y que hacía que los autores de estos utilizaran pisos ubicados en el centro de la ciudad para hacer la compraventa de los objetos sustraídos para posteriormente venderlos a otros países. Las primeras vigilancias y gestiones de investigación por parte de Mossos y GUB constataron que había una importante afluencia de personas multireincidentes –identificadas por el plan Tremall- que accedían a pisos de Ciutat Vella y que se dedicaban habitualmente a delitos contra el patrimonio como hurtos o robos con violencia.
Los agentes lograron identificar a los presuntos autores y realizaron varios decomisos de objetos sustraídos a las personas que accedían a los pisos para vender los objetos que habían sustraído en la vía pública. De este modo, localizaron tres pisos convertidos en puntos de receptación (dos en Ciutat Vella y uno en L'Hospitalet de Llobregat). Allí se acumulaban 224 móviles robados, los otros dispositivos electrónicos y los relojes de alta gama. La policía detuvo a los siete integrantes del grupo criminal, que acumulan más de 35 antecedentes policiales. Los arrestados pasaron a disposición judicial ayer viernes y el juez decretó prisión para cuatro de los detenidos y libertad con medidas cautelares para los otros tres.
Actualmente, los investigadores centran sus esfuerzos para relacionar los efectos sustraídos con objetos denunciados previamente y así devolverlos a los legítimos propietarios.