La ciudad donde empieza la Costa Brava se ha distinguido desde siempre por emprender acciones que tienen como objetivo salvaguardar la fauna y flora de su entorno. Especialmente ahora, desde la reciente creación, dentro del Departamento de Medio Ambiente, del Área de Protección y Bienestar de los Animales. La acción más reciente que se ha puesto en marcha en este ámbito ha tenido lugar esta semana.
El Ayuntamiento de Blanes se ha sumado al proyecto 'DESMARES-Compatibilizando la pesca artesanal con el Cormorán Moñudo' que impulsa la Universidad de Girona, que cuenta con la participación del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) y el Consejo Insular de Menorca. Su objetivo es hacer compatible la pesca artesanal en el Mediterráneo Occidental con la conservación de esta especie de aves.
El Cormorán Moñudo: catalogado como vulnerable a nivel de Europa
Actualmente el Cormorán Moñudo está catalogado como una especie vulnerable a nivel europeo. Los científicos lo consideran una herramienta que permite conocer la dinámica del stock pesquero en el litoral, y estudiar la población del cormorán moñudo, tanto desde el punto de vista temporal como de espacios, especialmente en áreas protegidas de la Red Natura 2000.
En este último sentido, el proyecto integra la cooperación con el sector pesquero artesanal, que permitirá repercutir en una pesca más sostenible. Para contribuir a esta protección y al estudio que se está desarrollando actualmente, el proyecto DESMARES ha pedido la colaboración de los entes públicos para instalar paneles informativos fijos en dos puntos importantes de esta parte del territorio importantes para los cormoranes marinos, donde suelen reunirse.
Uno de ellos es el conjunto rocoso de Sa Palomera, precisamente uno de los lugares más visitados y apreciados tanto por los vecinos y vecinas de Blanes como por sus visitantes. De hecho, es uno de los principales atractivos de la ciudad, y es una práctica habitual ver a fotógrafos y aficionados en general que toman instantáneas de los cormoranes moñudos que tienen aquí uno de sus lugares preferidos para estar.
Instalación de un panel informativo frente al lugar preferido del Cormorán Marino
El cartel informativo se ha instalado esta semana frente a su roca preferida, y se han encargado de hacerlo las brigadas de los Servicios Municipales. Para dar a conocer este nuevo elemento, justo el mismo día de su instalación se encargaron de inaugurarlo la teniente de alcalde de Protección y Bienestar de los Animales, Marina Vall·llosada, y Carles Tobella, del Grupo de Investigación del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Girona, quien se ha coordinado con el Ayuntamiento de Blanes en este proyecto.
El atril es de una altura baja para que no tape la vista y se puedan ver las características aves a ojo desnudo, a pocos metros de distancia. En el atril se explica que el Cormorán Moñudo (Phalacrocorax aristotelis desmarestil) es una especie protegida y vulnerable a la extinción. Se alimenta de peces que captura haciendo inmersiones repetitivas hasta 40 metros de profundidad.
Por eso, durante el resto del día necesita descansar sobre las rocas como las que rodean el característico conjunto rocoso de Sa Palomera, el islote que fue amarrado a tierra y que separa la Bahía de Blanes (al norte) de la Playa de S'Abanell (al sur). La mayoría de peces que pesca son de especies y tamaños sin interés comercial. Sus principales amenazas son la mortalidad por capturas accidentales en artes de pesca y las molestias por sobre-frecuentación de usos de las playas.
El otro panel informativo que se ha instalado está situado en la vecina comarca del Maresme, en la Roca Grossa de Calella. Y es que en las costas del Sur de la Selva Marítima y el Alto Maresme se puede localizar una de las concentraciones más importantes del Mediterráneo, con más de 300 cormoranes marinos que suelen reunirse cada año, acogiendo individuos post-reproductores de la Costa Brava y de las Islas Baleares.
Los dos paneles completan la información escrita con dos explícitas gráficas. En una de ellas se recogen las horas y profundidades que más frecuentan cuando se zambullen para buscar comida, y en la otra los flujos migratorios, así como los tamaños que tienen los cormoranes adultos y los juveniles. Finalmente, mediante pictogramas, se pide la colaboración de la ciudadanía para que se respete la presencia de estas aves y no se ahuyenten pescando, haciendo ruido u otros tipos de conductas incívicas.
