Este mes de junio se ha inaugurado una exposición en el baptisterio de la Parroquia Santa Maria de unas auténticas obras de arte hasta hace poco no reconocidas como tal. Se trata de dos exvotos en forma de barco que habitualmente se puede ver colgados en el Santuario del Vilar, del cual forman parte desde mediados del siglo XX. En total, hay 11 barcos en miniatura que forman parte del Santuario, entregados a la Obrería del Vilar como exvotos.
Un exvoto es un objeto que se ofrece a una divinidad en cumplimiento de un voto o promesa, o bien en acción de gracias por algún beneficio recibido. En el cristianismo se suelen ofrecer a Jesucristo, a la Virgen o a un santo. En el caso de Blanes, la que cuenta con una intensa y longeva tradición es la Virgen del Vilar, la imagen de la cual se guarda en el Santuario del mismo nombre.
Antiguamente era muy frecuente ver exvotos colgados de las paredes y los techos de las iglesias y ermitas, especialmente de aquellas donde había alguna imagen que gozara de mucha devoción popular. Es el caso de la Virgen del Vilar, a quien gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas de Blanes ofrecieron algún exvoto, mayoritariamente marinero, que reproducía un barco en miniatura.
Este tipo de exvotos los regalaban los marineros al Santuario en cumplimiento de la promesa por haberles salvado la vida en una tormenta o una travesía especialmente accidentada. Por eso, en el Santuario del Vilar aún se ven numerosos barcos en miniatura, que reproducen conocidas fragatas y veleros que existieron en la realidad.
Restauración a cargo de Antònia Perpinyà Pujol
Para festejar la recuperación de los dos exvotos, hace unos días se celebró una breve ceremonia privada en la Iglesia Santa Maria, a modo de acto inaugural de la exposición de los dos exvotos alojados en el baptisterio. Los dos barcos los ha restaurado Antònia Perpinyà Pujol, quien durante el acto relató qué proceso había seguido para devolver la forma y calidad que en su tiempo tuvieron los dos barcos.
También participó Joan Geremies, quien ayudó a Antònia Perpinyà cediéndole la cuerda que necesitaba para la restauración. Geremies es un gran aficionado a los barcos en miniatura, y precisamente tiene previsto inaugurar una exposición en la Sala García-Tornel de Blanes el próximo mes de agosto, donde se podrán visitar 20 reproducciones de su colección.
Antònia Perpinyà agradeció especialmente su contribución, y recordó el deplorable estado en que se encontraban los dos exvotos que ha restaurado cuando llegaron a sus manos. Las velas y las cuerdas eran irrecuperables, ennegrecidas y estropeadas por el paso del tiempo y el humo de las velas, y fue su válvula de escape para ella y su marido durante los meses de confinamiento de la COVID, cuando dedicaban ocho horas diarias a recuperar los barcos.
Reproducen dos embarcaciones que existieron en la vida real: el Mare de Déu del Vilar y el Santa Maria. Uno de ellos es una fragata de guerra, y no hacen sino reafirmar la vocación marinera que caracteriza la villa donde empieza la Costa Brava. El acto inaugural se completó con una breve explicitación a cargo del historiador y miembro de la Obrería del Vilar, Aitor Roger.
Roger recordó el Blanes de los astilleros y el período cuando en la villa había un intenso tráfico comercial marítimo con América. La tradición de los exvotos también formó parte de su intervención, recordando en especial el Rem de 34, una reproducción del exvoto original del escritor Joaquim Ruyra, hecho en agradecimiento del gran éxito que tuvo su novela homónima, 'El Rem de 34'.
Para cerrar el acto, se entregaron sendos obsequios tanto a Antònia Perpinyà como a Joan Geremias. La inauguración la encabezaron los miembros de la Obrería del Vilar, así como el rector del Santuario, Josep Perich, y de la Parroquia Santa Maria donde se alojan los dos exvotos, Enric Roura.
