Bibiana Bendicho, presidenta de Aspid: "Hay que animar a las personas con discapacidades para que puedan cumplir su proyecto de vida"

13 de diciembre de 2017 a las 07:36h

¿Cuándo nació su asociación y con qué máxima? Empezamos en el año 1994 como una entidad de reivindicación de derechos de las personas con discapacidades. De hecho, la asociación está gestionada única y exclusivamente por personas con discapacidades físicas, orgánicas y/o sensoriales. Apostamos por estas personas porque creemos y demostramos que son suficientemente autónomas para decidir qué quieren y cuáles son sus derechos a defender. En el año 2001 empezamos a ofrecer diferentes servicios y pasamos de ser una entidad puramente reivindicativa a basar nuestra tarea en la divulgación, sensibilización, conocimiento, asesoramiento y prestadora de servicios, entre otros. Trabajamos con diferentes colectivos, no sólo con personas con alguna discapacidad, sino también con las que se encuentran en riesgo de exclusión social. En este sentido, ambos colectivos suelen ir de la mano y encontraríamos incoherente no trabajar conjuntamente.

¿Cuáles son las vías de actuación de Aspid? Contamos con dos líneas de acción, como son los servicios a los socios y el centro especial de trabajo. A nivel de asociación ofrecemos, tanto a los usuarios como a sus familias, servicios de orientación, formación y promoción del empleo, entre otros. Por otra parte, el centro especial de trabajo promueve el empleo para personas con discapacidad y/o con riesgo de exclusión social.

¿Encuentran que esta tarea es más difícil cuando la discapacidad de la persona es sobrevenida y no de nacimiento? Cuando las personas contactan con Aspid se les dirige hacia el área que más se adecua a sus necesidades. Contamos con servicios de neurorehabilitación, fisioterapia, logopedia, terapeuta ocupacional y psicólogos entre otros. En casos en los que la discapacidad es sobrevenida y no de nacimiento, ofrecemos asesoramiento a las familias para la adaptación de viviendas o grupos de ayuda de personas que han sufrido situaciones similares.

Económicamente, ¿cómo se sustenta una asociación como la suya? Nuestra entidad se sustenta con dos líneas de financiación: un 40% de privado y un 60% público. Contamos con una línea empresarial, que es donde se encuentran los propios socios y usuarios. Estos pueden disponer de cuotas reducidas en algunos de los servicios ya que provienen de la asociación. Por otra parte, la financiación pública viene de programas, ayudas y subvenciones convocadas por diferentes administraciones públicas, tanto de entes locales como de la Generalitat. No nos podemos permitir el lujo de depender únicamente de la administración pública, ya que no hablamos de contratos o conciertos, sino de subvenciones que se convocan y no sabes ni cuándo ni si te llegarán.

¿Encuentra razonables estos porcentajes? Creemos que debería haber más voluntad política y una apuesta pública por ciertos programas que, a día de hoy, sólo podemos ofrecer de forma privada. Por ejemplo, hemos detectado la necesidad de ofrecer servicio de neurorehabilitación y entendemos que la administración pública debería cubrirlo, pero como no lo está haciendo lo tenemos que sacar adelante de forma privada. Entendemos que estos servicios no lo están ni lo estarán nunca, porque afectan a pocas personas, tienen poca demanda y por tanto no se cree en la necesidad de cubrirla.

¿Cuál es el principal reclamo para incorporar un nuevo servicio en la asociación? ¿Han añadido alguno recientemente? Nos basamos en las sugerencias y demandas que nos llegan de diferentes canales, como son los socios o la propia trabajadora social. Cuando detectamos que una necesidad no está cubierta decidimos de manera estratégica si podemos cubrirla. Los últimos servicios que hemos incorporado son los de neurorehabilitación y consideramos que son realmente importantes. Estos casi no existen dentro de lo que proporciona inicialmente la sanidad pública y tenemos que buscar apoyo de manera privada. Intentamos implementar nuevos servicios a la vez que mejoramos los que ya tenemos.

¿En qué aspectos o situaciones encuentran más impedimentos a la hora de atender a los usuarios? No encontramos muchos impedimentos, sino que haría referencia a la continuidad de los servicios. Estos vienen derivados de un programa o convocatoria que tienen una temporalidad y nuestra primera inquietud es la de iniciar un servicio que desconocemos si podremos seguir teniendo el año que viene. No podemos suprimir programas consolidados como son los de orientación e integración de personas con discapacidad. Sería muy perjudicial, porque en algunos aspectos somos un referente en el territorio y afectaríamos a muchos usuarios. Hemos pedido tener conciertos para ganar tranquilidad, para que los servicios y programas que ofrecemos tengan una temporalidad más duradera y podamos consolidarlos.

¿Cómo valora el nivel de implicación de la población, la administración y los trabajadores? Una de nuestras líneas de acción es la de asesorar, dar a conocer y difundir el trabajo que hacemos y qué es una persona con discapacidad. Todavía existen demasiados tópicos y cuesta concienciar a la población si no tienen una persona cercana con discapacidad. A nivel empresarial, el 70% de personas con discapacidad no tienen ningún tipo de formación, porque su entorno tiende a abandonar su desarrollo académico y profesional. Tanto en las personas con discapacidades de nacimiento como las sobrevenidas, todavía nos encontramos con tópicos que mantienen que no son productivas o que lo son menos por su condición. Es necesario desmontar estos tópicos, porque, aparte de no ser ciertos, evitan que gran parte de la gente tome conciencia y normalice la inclusión de estas personas en nuestra sociedad.

¿La normalización y adaptación de las personas con discapacidad es una de las principales reivindicaciones que se hacen desde la asociación? Exactamente, la de todas las personas con discapacidad, desde niños hasta ancianos, en todos los ámbitos. Aparte de pretender normalizar y transformar la sociedad para que vean que estas personas son totalmente capaces, nuestra finalidad es empoderar a la propia persona. Intentamos que sea capaz de ver hasta dónde puede llegar, y orientarlas para que lleguen a cumplir al máximo su proyecto de vida.

¿Cree que la propia persona es quien se plantea más dificultades para poner en marcha su proyecto de vida o es el entorno el que se encarga de poner más impedimentos? Para las personas con discapacidad es una tarea difícil, pero sin duda el entorno es el factor que la mayoría de veces impide su realización personal. La persona debe ver que acabará teniendo una salida y una opción de vivir como ella misma quiera. En este sentido, vemos cierta carencia de empatía en la sociedad y excesiva sobreprotección, un hecho que impide que las personas alcancen al máximo sus capacidades.

¿Cuál cree que es la principal urgencia o necesidad más inmediata para la asociación? Hay muchas, pero creo que uno de los problemas más graves que tenemos actualmente en el colectivo de personas con discapacidad es el tema laboral. Estamos hablando de un paro de entre el 50 y 70%, una barbaridad. Es un colectivo muy tocado y si no se plantea una apuesta firme por parte de la administración que se base en políticas activas de empleo, este quedará excluido de la sociedad. Esto no sólo afecta a la propia persona, sino a todo su entorno. Además, hay que tener en cuenta que la formación de estas personas normalmente es baja por razones de las cuales hemos hablado, como es el abandono académico y laboral. Por eso creo que es totalmente necesario potenciar estas políticas de empleo en todos los sentidos, sino derivará inevitablemente en la exclusión social de este colectivo.

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