Josep Bargalló ha decidido renunciar al cargo de comisionado del Concurso de Castells de Tarragona, que ocupaba desde 2012. La postura del alcalde socialista Josep Fèlix Ballesteros ante el 1-O y las cargas policiales en la ciudad ha desencadenado esta renuncia de Bargalló, que hizo pública a través de un tuit en Twitter. "Me siento absolutamente incapaz de representar al alcalde y al Ayuntamiento en cualquier lugar, porque la dignidad de la gente y de la ciudad está por encima de la indignidad de cargos públicos que no saben ostentarlos con firmeza y valentía", ha dicho Bargalló, en declaraciones a la ACN. Bargalló atribuye la inacción del alcalde a la "amenaza constante" que se cierne sobre los Juegos Mediterráneos, "su proyecto personal" que antepone y se deja doblegar para que se puedan hacer, según opina el exconsejero republicano. Dice que solo daría marcha atrás en su dimisión si Ballesteros pidiera perdón a la ciudadanía. Tres miembros del senado tarraconense también han decidido renunciar por el mismo motivo.
La falta de reacción por parte del equipo de gobierno -formado por PSC, PP y la antigua Unió- no solo ha causado mucha indignación entre la población tarraconina -con gritos de dimisión en todas las manifestaciones convocadas-, sino que también ha provocado un goteo de renuncias, como estos senadores que han decidido renunciar por no poder encajar el posicionamiento de la alcaldía en relación al referéndum y sobre todo después de las cargas policiales en colegios electorales y calles de la ciudad. "El alcalde casi culpabiliza a la gente por haber asistido, según él, en un acto ilegal, cuando la gente lo único que hacía era estar en la calle o en un colegio para votar; el equipo de gobierno es indigno de la ciudad", espeta Bargalló, el cual no ha mantenido ningún contacto con Ballesteros, más allá del tuit y un mail, mientras que sí ha hablado con los técnicos del equipo del concurso a quien informó de la decisión tomada. "Ayer el alcalde tuvo una oportunidad magnífica para salir a dar la cara y no la dio", dice. "Y ya veo imposible que Ballesteros, ni tampoco el Estado, acaben haciendo nada", sentencia. El exconsejero republicano puso en marcha un replanteamiento del concurso casteller, incorporando el concepto de bienal y ampliándolo a tres días, con más actividades y más grupos participantes. Bargalló, que capitaneó este giro en el certamen en 2012, ha ocupado desde entonces el cargo de comisionado, un cargo meramente honorífico para representar el concurso en actos públicos, dentro y fuera de la ciudad de Tarragona.
