68 guarderías municipales de Barcelona incorporarán alimentos ecológicos a los menús del próximo año y priorizarán los de proximidad a partir del próximo curso, con la perspectiva de que a partir del próximo curso se sumen las 33 guarderías restantes. El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Municipal de Educación de Barcelona (IMEB) ha modificado las condiciones para la adjudicación de los servicios de comedor. Así, las empresas que concurran deberán garantizar que durante todo el año, los cereales para el desayuno y verduras como las cebollas, la zanahoria, los champiñones y el tomate sofrito, procedan de agricultura ecológica, y en función de la temporada, también los puerros, la calabaza, las espinacas, el calabacín y el brócoli.
De esta manera, según ha explicado la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Laia Ortiz, se consolida un modelo que comenzó hace diez años, con la introducción de los alimentos ecológicos en los menús de las guarderías municipales y por ello, se impone esta condición. Para Ortiz, es importante también, que se priorice la agricultura de proximidad, ya que a veces se soluciona la alimentación ecológica con alimentos ''del otro lado del mundo'', y con el contrato que propone el Ayuntamiento, se busca lo contrario. El comisionado de Economía Social del Ayuntamiento Álvaro Porro, defiende que este nuevo pliego ayuda a caminar hacia un modelo ''más sostenible'' porque reduce ''la huella de carbono de la alimentación'' y ayuda a promover modelos alimentarios ''más locales'' y dar soporte a la pagesía del país en un momento ''con fuerza dificultades'' para continuar. Para Porro, que ha explicado que el modelo de contratación se ha fijado en el modelo de Pamplona, es una medida innovadora que ''abre el camino'' que podrán seguir muchos municipios. Así, con el nuevo pliego de bases, aparte de la obligatoriedad del certificado ecológico en determinados alimentos, también supondrán méritos que se opte por las patatas, la pasta, el arroz, los garbanzos, las lentejas, el pan, la manzana, la pera, el plátano, el pollo, la ternera y la leche. Según Ortiz, estas nuevas condiciones no implicarán un incremento del precio del comedor escolar, que continuará formando parte de la tarificación social. En cuanto a los alimentos de los que se priorizará su procedencia de prioridad son las cebollas, la calabaza, la zanahoria, el tomate para la ensalada, la judía verde, la lechuga, la patata, el arroz, los garbanzos, las lentejas, la naranja, la manzana, la pera y el plátano. Cada alimento tiene una puntuación máxima por proximidad en función del peso y volumen de consumo. La puntuación máxima se otorgará la máxima puntuación al producto que menos distancia haya recorrido desde el punto de producción hasta las escuelas, una distancia que se calculará entre el código postal de la población de procedencia hasta el código 08001. Estos requisitos se suman a otras obligaciones sobre la calidad de los alimentos, como que sólo se puede utilizar aceite de oliva, la verdura debe ser siempre fresca, el pan del día, los tomates y las naranjas deben ser de producción integrada, el pescado debe ser rape, merluza y bacalao debe ser congelado, y siempre debe haber bastoncitos sin gluten a disposición. En todas las comidas se debe servir media ensalada. Además, el pliego de condiciones también pretende fomentar el suministro de productos por parte de centros especiales de trabajo o empresas de inserción laboral.