Esta mañana, el Servicio de Vigilancia, Salvamento y Socorrismo del Ayuntamiento de Blanes ha izado en las playas del municipio donde comienza la Costa Brava la Bandera Amarilla, que indica precaución a la hora de bañarse en el mar. Esta señalización se ha levantado en las tres principales zonas de baño en seguimiento del protocolo de la Agencia Catalana del Agua (ACA), que así lo aconseja después de unas lluvias tan intensas como las de ayer miércoles.
La señalización de Bandera Amarilla indica que el baño está permitido, pero hay que hacerlo con precaución, en previsión de que no haya ningún elemento nocivo para la salud en el agua que habría podido ser arrastrado ayer desde los arroyos de salidas pluviales hasta el mar. En todo caso, el jefe de Protección Civil, Josep Lluís Pouy, ha realizado a primera hora de la mañana de hoy jueves una inspección visual que le ha permitido determinar que visualmente no había ningún elemento nocivo, además de que el agua está limpia y transparente.
A pesar de esto, se ha decidido izar las banderas amarillas en señal de precaución. Como suele ocurrir cada vez que hay una caída repentina de muchos litros de agua por metro cuadrado –sobre todo con las tormentas estivales-, la lluvia es engullida por los pluviales de las calles del municipio y van a parar a los arroyos que desembocan con salida abierta al mar.
Esto provoca que, al aumentar el caudal de agua en los cajones que habitualmente están secos al no llover, arrastre todo lo que estaba sedimentado en la base del arroyo y en las calles de la población. Es por este motivo que a menudo, cuando se ve el agua marrón en las salidas de los arroyos, se suele confundir erróneamente con aguas fecales, un tipo de residuo que cuenta con su propia red. Una red de distribución que, en lugar de desembocar en el mar, va a parar a la depuradora para su tratamiento.