Ballart declara que "hacer un frente unionista sería un suicidio para el PSC"

12 de noviembre de 2017 a las 10:12h
El exalcalde de Terrassa, Jordi Ballart, considera que sería un grave error que el PSC decidiera añadirse a un eventual bloque unionista después de las elecciones del 21 de diciembre: "Eso sería el suicidio político del PSC", ha dicho en una entrevista a la ACN. Ballart lamenta "el acercamiento" que han hecho los socialistas a este "frente" liderado por dos partidos que "van contra Cataluña" y asegura que en los próximos comicios se siente "huérfano" porque hay un espacio socialista y de izquierdas que "no lo representa nadie". Ballart también lamenta el fichaje de Ramon Espadaler por el PSC y dice que el objetivo de ampliar el espacio político no puede "pagar el precio" de incorporar "una persona de derechas". Esto, según Ballart, demuestra la "deriva ideológica" del PSC.
En este contexto, Ballart ha recomendado al PSC "volver a los valores fundacionales del 78" para volver a expresar el pluralismo de la sociedad catalana: "Era un partido aglutinador y esto se ha roto. Ya no tiene vocación de representar a la mayoría de catalanes que quieren un referéndum legal y acordado". De hecho, el exalcalde ha lamentado que los socialistas se hayan "bajado del carro" del referéndum. "Si quieres ser un partido central, mayoritario y de gobierno te tienes que poner al lado de los que te piden poder votar", ha insistido. Para Ballart, el PSC ha perdido muchos de sus valores y no le sorprende que otros como él sigan los mismos pasos. El exalcalde de Terrassa también ha criticado el viraje del PSOE en este sentido y dice que, a pesar de que la apuesta inicial de Pedro Sánchez era "esperanzadora", el líder de los socialistas españoles, asegura, se ha acabado sometiendo "a la estrategia del PP para no perder votos en el resto de España". Sin opciones para el 21-D Este "giro a la derecha" del PSC ha dejado a Ballart "huérfano" de cara a los próximos comicios del 21-D: "Me lo tendré que pensar mucho y leer bien todos los programas", asegura. Ballart se define como un "socialista sin carné" y lamenta que este espacio no lo represente nadie actualmente. Con todo, sin embargo, Ballart considera que las elecciones por ellas mismas "no resuelven nada" y cree que es imprescindible que haya un "acuerdo político" para salir del actual atolladero. "Si después de las elecciones hay un resultado similar al actual, ¿qué pasará?", se pregunta. Según el exalcalde de Terrassa uno de los posibles escenarios que se pueden dar es que un resultado "importante" del independentismo el 21-D dé fuerza a una negociación con el estado español para convocar un referéndum "en condiciones". "No debemos caer en el error de repetir lo mismo", insiste. Una justicia "politizada" y "sometida al PP" Ballart también ha valorado la situación judicial que rodea el contexto político catalán y lamenta la poca contundencia del PSC a la hora de condenar el encarcelamiento de los líderes de la ANC y Òmnium y de buena parte del Gobierno: "Es intolerable que personas inocentes que expresan sus anhelos vayan a la cárcel". El exalcalde de Terrassa afirma que esta situación no se puede dar en "ningún estado democrático avanzado" y deplora que el PSC prefiriera ponerse al lado del PP y de Cs en la aplicación del artículo 155 de la constitución. "El PSC se quedó corto porque no es una decisión desproporcionada, es una injusticia muy grande". En este sentido, Ballart denuncia que existe una "connivencia" clara entre el poder judicial y el poder político y desconfía de la independencia judicial: "Hay una justicia sometida a la estrategia del PP", ha espetado. "Hacía políticas de izquierdas y no me apoyaban" El exalcalde también ha reflexionado en torno a los motivos de su marcha del partido. Asegura que el contexto político nacional ha sido "la gota" que ha colmado el vaso, aunque Ballart ya "hacía meses que había desconectado mentalmente del PSC". Su marcha, dice, era "irremediable" y se hubiera acabado produciendo, como muy tarde, al final del mandato. Ballart detalla que echó de menos el apoyo de la cúpula del PSC a la hora de impulsar la municipalización del agua o la implantación de sanciones a los bancos que tuvieran viviendas vacías: "La cúpula estaba en connivencia con los poderes económicos. Desconecté porque hacía políticas de izquierdas y no me apoyaban".