La estación de Masella ha celebrado su 50 aniversario con un acto central este sábado que ha consistido en una bajada de antorchas con 3.000 participantes. Además, durante el día desde el Pla de Masella los visitantes han disfrutado de conciertos y un castillo de fuegos. El director de la estación, Xavier Nolla, reconoce que para él es "un orgullo" poder celebrar un día como este y dice que la clave de la "buena salud de la instalación" es la "continua innovación" y conseguir un equilibrio en las cuentas. "Nunca hemos estirado más el brazo que la manga, y eso nos ha permitido mantenernos a pesar de que somos una estación privada", ha remachado. La multitudinaria bajada de antorchas ha precedido a la apertura de Masella en horario nocturno, de las siete y media de la tarde a las diez de la noche.
Medio siglo hace del arranque de Masella. Cincuenta años que han servido para que la estación se haya situado como uno de los referentes del pirineo catalán. Su director, Xavier Nolla, recuerda que se trata de una instalación que no recibe ayudas públicas y que consigue cerrar "en positivo" cada año. "El hecho de que todos los beneficios vayan destinados a reinvertir en la estación es la causa del éxito", señala. Nolla explica que lo más importante es "ofrecer una buena materia prima" a los visitantes. "Nosotros siempre nos marcamos el objetivo de tener la mejor nieve posible. Si el tiempo nos acompaña mucho mejor", destaca. Entre los actos que se han realizado ha habido un concierto de Pep Poblet, un piromusical que ha teñido de color la montaña de Tosa y una bajada de antorchas con 3.000 participantes. Todo ello para conmemorar los 50 años de la estación ante la mirada de centenares de personas que se han acercado a disfrutar del acto. Una buena segunda parte de temporada Preguntado por la segunda mitad de temporada, Nolla se ha mostrado "muy optimista" y "convencido" de que puede ser "una de las mejores" si continúan las nevadas y la abundante nieve en las pistas del pirineo gerundense. De hecho, las pasadas fiestas de Navidad dejaron un "lleno absoluto" tanto en la estación como en los hoteles de la zona. El dominio Alp 2500 – que comparte con La Molina – también ha sido un reclamo por parte de los esquiadores que visitan la estación de la Cerdanya.
