La Guardia Urbana de Reus ha detectado en un año una rebaja de casi un punto en el porcentaje de conductores que ha superado el límite de velocidad del tráfico permitido. Es el tercer año consecutivo en que disminuye el porcentaje de infractores. Del 3,96% de infractores respecto al total de vehículos controlados en 2014 se pasó al 3,48% en 2015, y al 2,72% en 2016.
Con el objetivo de mejorar la seguridad del tráfico, la Guardia Urbana dobló el año pasado el número de vehículos controlados respecto al año anterior: 127.953 en 2015 respecto a los 64.733 de 2014. La mayor presencia del radar de la Guardia Urbana es uno de los motivos que explica el menor porcentaje de infracciones por parte de los conductores. El objetivo es reducir aún más el número de accidentes de mayor gravedad. La medida, junto con otras acciones de seguridad del tráfico, se demuestra efectiva. Casi el 98% de los accidentes conocidos por la Guardia Urbana en 2016 son sin víctimas o con víctimas leves.
Infractores En números absolutos, al subir el volumen de vehículos controlados, aumenta también el número de infractores. En total se han detectado 3.578 conductores infractores en 2016, cuando en 2015 se detectaron 2.250. La reducción del porcentaje de infractores respecto al total de vehículos controlados confirma una mayor concienciación de los conductores y el éxito de las medidas de control del tráfico implantadas por la Guardia Urbana.
Otro dato relevante es que, por segundo año consecutivo, en 2016, el cuerpo de seguridad no abrió diligencias contra ningún conductor por circular a una velocidad penalmente punible. De hecho, la última abierta fue en 2014. La denuncia se tramita por la vía penal cuando, en vía urbana, se sobrepasan la velocidad establecida en 60km/h.
Con todo, este 2017, la Guardia Urbana ha instruido diligencias judiciales por un presunto delito contra la seguridad vial contra dos conductores: el primero tuvo lugar el 3 de febrero, cuando se detectó a un conductor en la avenida de Bellissens cuando circulaba a 136 km/h cuando la velocidad permitida en aquel punto de la vía era de 70 km/h. El segundo ha tenido lugar este mes de julio, cuando se ha detectado a un conductor que circulaba por la avenida de Salou a una velocidad de 112 km/h, donde la velocidad máxima está limitada a 50 km/h.
Cabe recordar que este hecho delictivo se castiga por la ley con la pena de prisión de 3 a 6 meses o con la multa de 6 a 12 meses o con trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en cualquier caso a la privación del derecho de conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años.
