Avis i Àvies per la Llibertat: "No estamos viviendo en una dictadura pero sí en una democracia condicionada"

07 de febrero de 2018 a las 15:39h

El colectivo de Avis i Àvies per la Llibertat se concentra desde el 7 de noviembre en la plaza del Mercadal para exigir la libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados. Teresa Escoda, Miquel Clariana y Josep Lluís Maduell, miembros del colectivo, explican cómo se gestó este movimiento y cómo ha crecido.

¿Cómo empezó el movimiento? T.E: El movimiento empezó a través de Àngels Ollé, presidenta del Pacte pel Dret a Decidir de Reus. Los primeros días éramos unas 15 personas. Pero, gracias al 'boca-oreja' en una semana triplicamos y cuadruplicamos el número de gente. Primero lo hacíamos de lunes a viernes. Pero, a raíz de las peticiones de la gente que no puede venir los días de cada día, ahora lo hacemos también los sábados y los sábados se vuelve a triplicar o cuadruplicar la cifra. Es un movimiento que se ha gestado desde abajo.

¿Vuestra tarea puede convertirse también en una reivindicación de la participación e inclusión del colectivo de la gente mayor en la vida cívica, social y política? T.E: Puede ser que sea un movimiento proyectivo también, aparte de todo el fondo político que hay. Es decir, con nuestra edad, la gente que hay en la prisión podrían ser nuestros hijos.

Alguna vez habéis hecho referencia al símil de la represión franquista con la situación política actual que se está viviendo en Cataluña. ¿Por qué? J.M: Vivimos la época de Franco y nos conformamos porque teníamos miedo, porque podíamos perder nuestro puesto de trabajo y podía afectarnos a muchas circunstancias personales. Ahora los abuelos no tenemos miedo. Tenemos miedo de que nuestros hijos y nuestros nietos pudieran estar en esta situación.

M.C: Pensábamos que la dictadura era una noche oscura que ya había pasado y que nuestros hijos y nietos no lo volverían a vivir en un estado democrático. No estamos viviendo en una dictadura pero sí en una democracia condicionada y ésta es la que nos lleva al 155, al encarcelamiento de políticos, y al exilio de personas por defender sus ideas. Pensábamos que habíamos pasado página pero no.

Durante la campaña electoral del 21-D la Junta Electoral Provincial os prohibió manifestaros. ¿Cómo vivió el colectivo esta imposición? J.M: Tuvimos la suerte de que en la plaza del Mercadal había los puestos del Mercado de Navidad y entonces nos seguimos reuniendo y dábamos vueltas por los puestos. En cambio, sin embargo, de ir todos juntos, íbamos en grupitos de 10 o 12 para que no nos pudieran decir nada. Por lo tanto, hicimos más o menos lo mismo, menos el día de reflexión y el día de votación.

Pero, siempre habéis defendido que los Avis i Àvies per la Llibertat no es un colectivo partidista. M.C: Y tanto que no. Se trata de un movimiento político pero no partidista. Somos un grupo de ciudadanos que defendemos derechos fundamentales de las personas, como es tener una ideología política y defenderla. Nos une la libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados. No queremos nada más.

Más tarde, sin embargo, la Junta Electoral Central (JEC) os dio la razón. ¿Os habría gustado que se retractaran públicamente? T.E: Sí. Moralmente deberían hacerlo.

M.C: Tanto la Junta Provincial como los que hicieron la denuncia, porque hay que recordar que no fue la Junta Provincial por iniciativa propia, sino que había una denuncia. Sentimos satisfacción moral porque finalmente nos han dado la razón, pero también enfado porque al final no pudimos hacer durante la campaña aquello que nosotros considerábamos que era lícito. Además, es la primera vez que la JEC rectifica una decisión de una Junta Provincial. No había pasado nunca antes.

T.E: Y así queda clarísimo que no somos una pandilla de yayos que no tenemos ningún otro trabajo que dar vueltas por la plaza. Lo que se está haciendo es muy serio.

A raíz de esto, os visitó el Síndic de greuges, Rafael Ribó. ¿Cómo fue este encuentro? M.C: Él pidió una reunión con nosotros. Se realizó un acto en el Casal Despertaferro, donde llenamos la sala con más de 100 personas. Ribó nos explicó que había llevado a un organismo de derechos humanos de la ONU esta resolución para que sirva de pauta.

También habéis decidido formalizar vuestro colectivo con la creación de un equipo de coordinación. ¿Cómo se reparten las tareas? J.M: Es una coordinadora que no toma decisiones. Las tomamos todos juntos en la plaza en asamblea. Nosotros llevamos las ideas y la asamblea decide.

¿Qué acciones tenéis previstas? M.C: Nos gustaría hacer un poco de "mancha de aceite" y que muchas ciudades y poblaciones de Cataluña hicieran algo. También escribimos cartas a los presos políticos. Otra acción es hacer charlas para salir del Mercadal y llegar a los barrios. La primera la realizamos en el barrio del Juroca, en el centro cívico del Migjorn. En definitiva, colaboramos con acciones que llevan como motivo la misma reivindicación que la nuestra.

J.M: También estamos en contacto con los familiares porque queremos que vengan y vean lo que hacemos por los encarcelados y los exiliados. Además ahora se ha creado un colectivo de todas las personas afectadas -familiares y amigos de los encarcelados y exiliados- y nos pondremos en contacto con ellos.

¿Y actos a mayor escala? M.C: Estamos preparando un gran acto con el motivo reivindicativo de siempre pero también para recoger dinero para la Caja de Solidaridad, ya que cuando algún juez decida poner en libertad a los presos políticos, pedirán fianza. Sería un acto en uno de los grandes teatros de Reus –el Bartrina o el Fortuny– y también invitaríamos a los familiares y a otros políticos que hayan sido encarcelados.

¿Qué ha significado para la ciudad de Reus vuestra tarea? T.E: Ha sido un revulsivo. La gente no se lo esperaba. Empezó como una acción insignificante y ha ido in crescendo. Desde el colectivo hemos facilitado que la gente tome conciencia.

M.C: Reus siempre ha sido una ciudad líder en la defensa de las libertades.

¿Os podíais imaginar que llegaríais a adquirir tanto protagonismo en la situación política actual? M.C: No, nos ha sorprendido agradablemente. Todo el mundo le ha dado mucha importancia porque han visto que no es una 'flor de un día'. Los familiares piden que no dejemos de hacerlo para que no se olvide que los presos siguen en la prisión. No dejaremos de concentrarnos hasta que salga el último político de la prisión y hasta que vuelva el último exiliado.

J.M: La democracia de la que hablan desde Madrid no la vemos por ningún sitio. Lo hacemos porque pensamos que es una injusticia. Y a toda la gente que quiera hacer lo mismo, les animamos a ponerse en contacto con nosotros a través de las redes sociales. Estaremos dispuestos a ayudar siempre, sin imponer nada.

M.C: Desde Reus a toda Cataluña.

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