El número de donantes de órganos en la demarcación de Tarragona ha crecido de 5 a 9 en lo que llevamos de año, en relación con el mismo período del año anterior. Según ha explicado la coordinadora de la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT) de la demarcación de Tarragona y jefa de Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Joan XXIII, Maria Bodí, a pesar de que de cada donante se pueden aprovechar una media de tres órganos, la demanda no queda cubierta. De hecho, ha apuntado que a día de hoy en la demarcación hay 119 personas en lista de espera, 113 de las cuales necesitan un nuevo riñón. Por esta razón ha incidido en la importancia de la sensibilización entre la población y en que las familias de los donantes difuntos no se nieguen al aprovechamiento de los órganos. Los datos se han presentado en el marco del Día Mundial de la Donación de Órganos y Tejidos. Bodí ha remarcado que en lo que llevamos de 2019, 44 personas han recibido órganos en la demarcación. De estos, 30 han sido renales, nueve hepáticos, uno cardíaco, tres pulmonares y uno pancreático. En el mismo período de 2018 la cifra de personas trasplantadas fue de 40. La coordinadora de la OCATT en la demarcación también se ha felicitado porque han bajado las negativas familiares a la hora de aprovechar órganos de los difuntos. "En 2018 estuvo por encima del 20% -de los casos- pero ahora volvemos a estar por debajo", ha expuesto. El objetivo, ambicioso, es poder volver a los datos de 2017, cuando en el Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre no hubo ninguna negativa.
Los datos de la demarcación, tanto por lo que respecta al incremento de donantes como de reducción de negativas, va en consonancia con el resto de Cataluña, según datos de la OCATT. En el país ha crecido un 16% los donantes cadáveres válidos, mientras que las negativas familiares han bajado hasta el 18%.
Un gran acto de generosidad
Una de las personas que en los últimos años ha recibido un órgano y gracias a ello sigue con vida es Maria del Carme López. A finales de 2014 empezó a encontrarse mal y, aunque inicialmente le habían diagnosticado estrés, sufría hepatitis autoinmune. Desde el hospital de Santa Tecla la derivaron a Bellvitge, donde empeoró hasta llegar a tener encefalopatía hepática. Cuatro días después llegó un hígado y fue trasplantada con éxito. "Para mí la donación de órganos es el acto de generosidad más grande que puede hacer una persona hacia otra. Nunca podré demostrar todo el agradecimiento que siento hacia la persona que me dejó su hígado", ha expresado López. Además, ha animado a todo el mundo a hacerse donante, ya que aunque ha reconocido que se había planteado ser donante, "siempre lo aplazaba". "Te das cuenta de que en la vida un día estás y otro día no, nunca sabes cuándo puedes necesitar la ayuda de otra persona", ha manifestado.
En este sentido, desde el hospital Joan XXIII han incidido en la concienciación social. De hecho, Bodí se ha mostrado contenta porque "aumentan las personas y estudiantes que hacen trabajos sobre trasplantes de órganos", un hecho que ayuda a difundir la problemática e informar a la población. En el marco del Día Mundial de la Donación de Órganos y Tejidos han realizado un encuentro con estudiantes de bachillerato para hablar con ellos y orientarlos en trabajos de investigación que hacen.
