Atracción hacia el superior: la erótica de poder

Históricamente, hemos podido conocer el increíble efecto afrodisíaco que tiene para muchas personas el poder, resultando fuente de frustración y grandes disputas para unos, así como, el alimento de una posible sexualidad voraz, para otros. Cuando hablamos de erótica de poder, ¿a qué nos estamos refiriendo? ¿Existe un patrón de personalidad o a todos nos puede pasar? Hablemos de ello

¿Qué entendemos por erótica de poder? La erótica de poder es aquella atracción y/o fascinación hacia una persona que situamos en una escala superior a nosotros, bien sea, por cuestión económica o por el cargo que tiene, por lo tanto, no sólo es una cuestión de tipo monetario, hablamos por ejemplo, de la relación que se podría establecer entre un profesor/alumno, el jefe de trabajo vs. el trabajador o, con una persona con más edad que nosotros, entendiendo ésta como una diferencia de 15 años o superior.

Perfil del poderoso La persona que ejerce el rol de "poderoso" sería el fuerte del vínculo. Generalmente tiene una personalidad que le reporta cierta seguridad al otro. Suelen ser personas con cierto carisma y atractivo personal. Dotes de habilidades sociales y confianza en uno mismo, que hace despertar la admiración del otro.

Perfil del subordinado Suelen ser personas inseguras, generalmente más jóvenes que hacia quien sienten atracción y que buscan protección y seguridad en el otro. Hay quien habla de una cuestión de madurez, pero muchos "se enganchan" a este tipo de vinculaciones que resultan altamente adictivas.

¿Es la erótica de poder fuente de vínculo patológico? La erótica de poder puede fomentar las relaciones de subordinación hacia el otro, ya que no se basa en un amor real, sino en una admiración hacia el otro y por lo tanto, puede resultar fuente de relaciones tóxicas. Son amores muy pasionales que generalmente no suelen tener un buen pronóstico. Sin embargo existe un porcentaje de gente que se mantiene en el tiempo y llega a consolidar una relación fructífera.

Objetivos terapéuticos El objetivo terapéutico a trabajar es que la persona se sitúe como prioridad en su vida y que aprenda a diferenciar la admiración del amor real hacia el otro. Que aprenda que amar no es igual a sufrimiento y que no lo confunda con una simple atracción sexual. Si la persona es capaz de diferenciarlo y de disociar lo que sería un hecho puntual aislado de una relación de larga duración, el pronóstico será altamente favorable.