Mientras la Plaza de la Font de Tarragona vivía la tradicional hora del Vermut, la organización Greenpeace y Ecologistas en acción de Cataluña han celebrado una performance pidiendo que se cierren las nucleares del territorio coincidiendo con el 8º aniversario del accidente nuclear en Fukushima-Daiichui.
En la performance los miembros de los colectivos han simulado que la plaza vivía un accidente nuclear y que todos los asistentes morían y revivían como muertos vivientes. Además, al terminar la pequeña representación han ofrecido a los asistentes y a los ocupantes de las terrazas agua contaminada.
Para finalizar el acto reivindicativo han repartido un manifiesto explicando las consecuencias que aún viven los habitantes de Fukushima 8 años después del accidente en Japón.