- ¿Cómo está viviendo la situación política en Cataluña?
Muy mal, me afecta mucho. Lo vivo como un fracaso de la voluntad de muchos de construir un país integrador y plural, y lo siento mucho.
- ¿Vivimos en una sociedad patriarcal y clasista?
Sí, clasista, patriarcal y desigual. Vivimos en una sociedad que tiene muchas desigualdades y que somos incapaces de afrontarlas. El machismo es una de las principales desigualdades que arrastramos, es sistémica y antigua. Además, tenemos desigualdades crecientes porque la salida de aquella crisis se hizo por la puerta falsa y han salido nuevas desigualdades.
Los jóvenes estáis sufriendo una desigualdad terrible, tenéis un futuro que es peor que el de vuestros padres. Los jóvenes estáis mucho más preparados y tenéis un futuro de precariedad terrible, pero además, las mujeres jóvenes estáis viendo cómo las desigualdades de siempre continúan, y mientras os hemos explicado que tendríais un futuro de igualdad, os dais cuenta de que tenéis nuevas desigualdades además de las viejas porque no se han suprimido, y eso es otro fracaso de mi generación.
- ¿Esta situación también se extrapola a Tarragona?
Sí, claro, pero además, en Tarragona tenemos un problema porque no hemos sido capaces de diseñar qué modelo económico queremos como territorio, como Camp de Tarragona. Hace mucho tiempo que hemos perdido la capacidad –o quizás no la hemos tenido nunca- de diseñar nuestro futuro y qué es lo que queremos porque lo que tenemos ahora es una generación de jóvenes que están dejando la ciudad. Son jóvenes preparados que no encuentran un futuro en Tarragona. Esto nos aboca a un futuro en el que seremos una ciudad de abuelos y de servicios y me parece muy triste.
- ¿Cuál es su valoración del 2017 en clave municipal?
Ha continuado la decadencia de la vida municipal, la incapacidad de dar respuesta a los problemas complejos de Tarragona –básicamente porque las prioridades hace mucho tiempo que están equivocadas-. Se apostó por unas prioridades de mentira, como la de los Juegos del Mediterráneo y esto nos está haciendo pagar un precio muy alto. Esto se traduce en el pacto del gobierno del Ayuntamiento que sólo se entiende en clave de propia supervivencia y de garantía para los Juegos y que es incapaz de sacar adelante este único objetivo.
- ¿Qué cree que ha aportado ICV al Ayuntamiento?
He intentado hacer una oposición clara, pero al mismo tiempo, constructiva. Con una visión de ciudad que intenta mantener todo lo que había sido la izquierda transformadora y del PSUC y así superar esta ciudad fragmentada para construir el proyecto de una ciudad cohesionada.
- ¿Su decisión de no presentarse nuevamente a unos comicios es firme?
Sí. De hecho, ya lo afirmé cuando me presenté que mi compromiso era por dos mandatos. Es importante que haya nuevos equipos y renovaciones.
- ¿Cómo valora la gestión del gobierno de Ballesteros?
Es absolutamente decepcionante. El resultado de las elecciones de 2015 nos mostraba que en el pleno había posibilidad de construir una mayoría de izquierdas. El encargo de los ciudadanos era éste y no lo hicieron. Es un fracaso que hemos tenido como pleno, y sobre todo, un fracaso de interpretarlo porque la voluntad de los votantes de Ballesteros no era que formara gobierno con el PP.
- ¿Cree que le pasará factura?
La situación política es muy convulsa y es difícil saber qué pasará mañana, pero sí que creo que le resta credibilidad y fiabilidad al PSC ante unas políticas de izquierdas.
- ¿Ballesteros cumple su programa electoral?
Yo creo que no cumple el programa electoral que esperaban sus electores. Éste se fijaba en las políticas de la cotidianidad, con las necesidades de la gente que está sufriendo todas estas desigualdades y que está en situación de vulnerabilidad y que en cambio, sí que está cumpliendo aquella parte del programa que priorizaba temas como los Juegos del Mediterráneo. Él puede decir que sí, yo creo que no. Tenemos una situación económica muy preocupante, razón de más para no apostar por este tipo de modelo, basado en crear macroproyectos como los Juegos que te acaban endeudando y que generan incertidumbre. A veces ha funcionado, esto de crear eventos que generan inversiones y mejorar las carencias de la ciudad –como el caso de Barcelona 92-, pero otros que no, como el caso de la Expo. En el caso de los Juegos, en un momento dado, podrían haber sido una oportunidad para atraer inversiones de otras administraciones que permitieran solucionar problemas pendientes de la ciudad, pero yo creo que se tiraron adelante en una época en que la crisis económica y en la incertidumbre política hacían que fuera poco viable. Pero que además, se ha sumado la lógica de que crear este tipo de eventos ya está pasada de moda. Esta incertidumbre no sólo se vive en Cataluña o en España, sino también en el Mediterráneo. Cuando en el Mediterráneo en estos momentos es el lugar donde se está muriendo tanta gente que está intentando acceder simplemente a una mejora de futuro, incluso, me parece de una hipocresía total cuando se habla de que es un punto de encuentro. Esta incapacidad que tiene Europa de defender los valores universales contrasta en cómo sirve de excusa dotar de contenido a ello mientras no somos capaces de actuar sobre las causas que les obligan a huir de sus países.
- ¿Hay opacidad en los Juegos Mediterráneos?
Sí. Nos enteramos de las cosas por los titulares de la prensa. No sé si es por una voluntad de opacidad, pero lo están solucionando sobre la marcha, como por ejemplo, está pasando con el proyecto cultural.
- ¿Cuál es su opinión respecto al posible cese de Laia Estrada?
Creo que el hecho de llevar al Pleno y votar una cosa que parece la destitución de una concejala no se puede hacer. Es muy difícil de entender que un plenario tenga que votar si una persona que ha sido elegida en unas elecciones tiene que formar parte o no de aquel plenario. No lo entiendo, me parece incomprensible.
- Desde ICV han sido críticos con la remodelación del Mercado. A cerca de celebrarse un año de su inauguración, ¿qué valoración hace?
. No era el proyecto que necesitaba Tarragona porque ha acabado aconteciendo en una macro obra, ha durado muchísimo y que ha costado mucho dinero. Los hechos nos han dado la razón, también nos pasó con el parking de Jaume I. Cosas que se hacen en Tarragona que acaban costando mucho dinero y no sabes por qué porque no había un modelo definido.