En un piso de la calle Comte Altea, en Valencia, Alberto golpeó en la cabeza con una piedra de grandes dimensiones -que cogió de una torreta- a su pareja, Cristina, que estaba durmiendo, después la apuñaló salvajemente hasta 30 veces con unas tijeras y varios cuchillos y, finalmente, la colgó con el cinturón de un batín.
Después el hombre huyó por el patio interior del edificio y cayó al patio de un restaurante. Cuando el propietario salió, sin saber qué decirle, Alberto le explicó que había entrado a robar, por lo que el dueño llamó a la policía. Cuando fue trasladado al hospital explicó que se había querido suicidar, pero no dijo nada de su pareja.
Al día siguiente, la familia de Cristina denunció la desaparición. Los investigadores localizaron la señal del móvil en el ático de Alberto y, cuando irrumpieron, se encontraron con una escena dantesca. Cuando detuvieron a Alberto, solo supo explicarles que hacía poco que salía con la mujer y "sentía que no era suficiente para ella".
EL ASESINO MACHISTA A JUICIO
Ahora Alberto, de 37 años, el presunto autor del asesinato machista de Cristina, será juzgado por un Tribunal Popular por el crimen que cometió el 3 de diciembre de 2021. Tanto Alberto como Cristina eran abogados y la defensa de él pide diez años de condena atendiendo a los atenuantes de obcecación y confesión.
