En las últimas horas del Gobierno del PP al frente del Reino de España, su ministro de Justicia, Rafael Catalá, nos ha dado una lección de injusticia, dejando ligada la continuidad del Ducado de Franco, concedido al dictador a título póstumo, por los servicios al Reino. Otra vez nos encontramos ante un ataque directo al corazón de la democracia y los fundamentos de la libertad de un reino, que con sus actos en la cámara de representantes del pueblo y en nombre de ellos, involuciona a pasos agigantados, permitiendo que la injusticia se perpetúe una generación más. Este artículo es mi alegato contra esta injusticia en la supuesta democracia del reino de España del siglo XXI.
Alguien debería explicarnos a todos, qué servicios dio al Reino de España el General Franco, este criminal que deberían haber juzgado en Núremberg con el resto de Nazis como colaborador necesario para sostener el frente del este y la muerte por exterminio en los campos de concentración; este individuo, envió a ciudadanos y ciudadanas que defendieron la II República a los mismos campos de la muerte de los Nazis, prueba de ello es entre otros campos a los prisioneros considerados apátridas en el campo de exterminio de Mahaussen-Gusen o el Comboi del 927; sembró de muertos los caminos y cementerios del país, de hombres y mujeres que lucharon por una España donde la gente pudiera votar, tuviera un trabajo, estuviera alfabetizada y viviera en libertad; se construyó un suntuoso mausoleo en el Valle de los Caídos, con mano de obra esclava; y redactó entre otros, la ley de responsabilidades políticas, que sirvió para expoliar a los vencidos. Este Duque impuso una dictadura cruel y criminal durante 40 años, privando de libertad al pueblo del Reino de España; pero en nuestra democracia del siglo XXI su Ducado se renueva.
Alguien debería decir por qué este gobierno del PP, no fue capaz de retirar la medalla a Billy el Niño, un torturador y represor del régimen Franquista y que como el resto de criminales fue amnistiado al abrigo de la ley del 77 y ahora en plena democracia recibe por sus servicios prestados al régimen, en forma de recompensa, un dinero que pagamos todos los demócratas de este país, en la democracia del Reino de España del siglo XXI.
Pero este talante de los gobiernos del PP viene de largo, en el año 2012 el ministro de Justicia Gallardon, aprobó la renovación del Marquesado de Queipo de Llano, un marquesado concedido por Franco a este militar, por sus servicios durante la guerra civil española, y que entre otras heroicidades está la de haber ejercido la violencia durante la ocupación de la ciudad de Sevilla donde fueron fusiladas más de 3000 personas durante seis meses; o quien alentó a sus tropas a violar a las mujeres de los republicanos. Por su represión y las victorias en el campo de batalla, y en definitiva sus servicios al dictador, éste le concedió el Marquesado. Y por razones que no tienen ningún sentido democrático, el 17 de julio de 2012 le renovaron su Marquesado; en la democracia del reino de España del siglo XXI.
Este Reino de España que se llama democrático, gastó dinero en repatriar los restos de los militares de la División Azul, aquellos que envió Franco para sostener el frente del este y mantener el horror y la muerte en los campos de exterminio y mientras dedicó cero euros a la exhumación e identificación de los que están en las cunetas del reino asesinados por haber defendido la II República. Esto pasa en la democracia del Reino de España del siglo XXI
Este es el reino de España de la democracia del siglo XXI, en el que vivimos, y quieren que formen parte, un reino donde los criminales de la dictadura y quizás más allá, siguen ostentando sus títulos y propiedades amparados por las leyes del reino, mientras los descendientes de los represaliados defensores de las libertades que emanaban del texto constitucional de 1931, ven como desde el gobierno se les insulta, manteniendo la España de los vencedores de 1936 que dieron un golpe de estado para hacerse con el poder, por encima de los vencidos que defendieron el orden constitucional 1931. La injusticia en la democracia del siglo XXI en el Reino de España, aún perdurará, mientras los que ganaron la guerra en 1939 después de dar un golpe de estado en 1936, con el apoyo del fascismo europeo, sigan manteniendo los honores y las prebendas de aquella dictadura, que sembró de muertos, hambre y miseria al pueblo del Reino de España.