Àngel Ros deja de ser el alcalde de Lleida al haber formalizado su renuncia después de haber sido nombrado por el Consejo de Ministros como nuevo embajador de España en Andorra. Pone punto y final a una relación de casi 15 años ligado a la alcaldía con una emotiva despedida en el Salón de Plenos de la Paeria, donde, acompañado por el resto de miembros del equipo de gobierno, ha agradecido a los concejales, agrupaciones y funcionarios municipales la tarea realizada durante este largo período.
En este acto ha estado acompañado de los y las concejalas del equipo de gobierno y explica que "no cambiaría por nada todos estos años de relación política con la ciudad de Lleida". Ros pone punto y final al cargo después de la propuesta del ministro leridano Josep Borrell y del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de asumir la embajada en Andorra, "un país que los leridanos también amamos". Con una carta dirigida a los compañeros y compañeras del consistorio y a los 1.400 funcionarios municipales les desea todo el éxito y les agradece la tarea realizada durante todo este período.
Ros se enorgullece de muchos momentos y proyectos que han tenido lugar a lo largo de su período al frente del consistorio. Aunque La Llotja y el Parque Científico y Tecnológico serían considerados los proyectos más emblemáticos de su gestión, Àngel Ros destaca la importancia de los 6 centros educativos municipales creados "para atacar la pobreza educativa de muchos niños y niñas de la ciudad". "Esta pobreza educativa ataca hasta 600 niños de Lleida y es mucho más grave que la pobreza energética", apunta el hasta ahora paer en cap, remarcando que, actualmente, son 11 ellos centros existentes para combatir esta problemática, 6 de los cuales han sido promovidos por el Ayuntamiento. También presume ante el hecho de que Lleida "es la única ciudad de España en la que la gente mayor de 65 años tiene acceso gratuito a la teleasistencia o al transporte público como un servicio más".
El hasta ahora paer en cap lamenta que muchas cosas han quedado por hacer, considerándolo "normal, porque una ciudad es un ente vivo". Según explica, las explosiones de los antiguos bloques Ramiro Ledesma de La Mariola supuso uno de los episodios más dramáticos vividos desde que se puso al frente de la Paeria. Ros explica que en algunos proyectos "podríamos haber hecho más, como es el Plan de la Estación, el Parque de Les Basses, el Centro Histórico o el propio barrio de La Mariola". En este sentido, considera que se ha trabajado mucho en estos temas y que se han logrado algunos éxitos, pero "creo que deberíamos haber trabajado más". "Hay muchos elementos de orgullo y de otros en que podría haber hecho más", apunta el embajador.
El cargo de embajador, una antigua aspiración
Durante el acto en el que ha formalizado su renuncia a la alcaldía y en el que se ha despedido de los socios de gobierno, Ros ha llevado a cabo una confesión personal, y es que "la función de embajador era una antigua aspiración que finalmente he podido ver cumplida". En 1980, el socialista aprobó la prueba de acceso a la Escuela Diplomática, pero por razones económicas, en aquel momento no pudo permanecer dos años en Madrid cursando estos estudios. Este cargo era una asignatura pendiente y en estos momentos tendrá la oportunidad de desarrollar esta "antigua vocación", la cual se mantiene dentro del servicio público. "Este ha sido el momento de poner fin a mi período en el Ayuntamiento de Lleida", apunta Ros.