Amada Rodríguez Llorente, presidenta de LGTeBre, la Asociación de Lesbianas, Gais, Transgéneros, Bisexuales e Intersexuales de las Tierras del Ebro "Nuestro objetivo último es hacer de las Tierras del Ebro un territorio del que no haya que marcharse por motivos de orientación sexual"

12 de mayo de 2020 a las 07:37h

¿Cuándo nace la asociación?

Se empezó a gestar en junio de 2014, cuando la Plataforma Unitaria del 28 de Junio, de ámbito catalán, organizó en Tortosa una Fiesta del Orgullo, con charla, concierto y pasacalle. Fue un gran éxito, participó gente de toda Cataluña. En octubre del mismo año, el Parlamento de Cataluña aprobó la ley contra la LGTBfobia. El mes siguiente se organizó otra charla en Tortosa, y después de aquello ya empezamos a reunirnos para montar LGTeBre.

La presentamos en sociedad el 20 de marzo de 2015, en una mesa redonda en el Centro Cívico de Ferreries, patrocinada por el actor Oriol Grau, con la participación de representantes de diferentes colectivos. Asistieron cerca de 150 personas, una cifra que no nos esperábamos. Quedó claro que las Tierras del Ebro necesitaban una asociación de este tipo.

¿Cuál es el propósito de LGTeBre?

Nuestro objetivo último es hacer de las Tierras del Ebro un territorio del que no haya que marcharse por motivos de orientación sexual, que no haya que recurrir al llamado sexilio.

¿Cuántas generaciones faltan para que esto se transforme?

No lo sé, pero sí sé que la situación está cambiando. Cuando yo tenía 15 años, no estabas en el armario: estabas en el búnker.

Ahora mismo mi familia, por ejemplo, está reconocida como una parte del vecindario de la escalera; mi hija no ha tenido ningún problema en la escuela por haber dicho que tiene dos madres.La visibilidad es fundamental: en el momento en que la gente conoce parejas, niños y niñas homosexuales… los respeta. A mí misma al principio me costaba relacionarme con transexuales adultos, y hetenido que hacer un aprendizaje. A medida que los conoces, te lo miras de otra manera, pero todos tenemos la mentalidad binaria que nos hace preguntarnos "¿Es hombre o es mujer?".

Tal como está la sociedad, es muy difícil que haya un paso atrás desde el punto de vista de aceptación del colectivo LGTBI. Ahora mismo, el estado español, y sobre todo Cataluña, es el miembro de la UE que tiene una legislación más favorable para el colectivo LGTBI.

Usted es docente en un instituto. ¿Cuál es su percepción del punto de vista de los más jóvenes ante la diversidad sexual? ¿Aún cuesta salir del armario?

Una vez, en clase, saqué el tema de los estereotipos de género. Un niño me preguntó, confidencialmente, si sentarse con las piernas cruzadas era de chicas. Son cosas que te inspiran ternura, pero a la vez te revelan el sufrimiento de los niños por todo el input que reciben.

Y tanto, que cuesta salir del armario. La adolescencia es una etapa difícil, en la que te estás formando como persona. Y hay mucho miedo. Si te insultan por estar gorda, llevar gafas o ser negra, a quien primero acudirás para que te defiendan es a los padres. Si te atacan por tu opción sexual, quizás no, porque es posible que los padres no lo sepan.

¿Cree que lo que pasa en una escuela ebrense es diferente de lo que pasa en una barcelonesa?

Lo que pasa en la escuela es lo mismo, tanto en una gran ciudad como en un pueblo. En la calle, sin embargo, el joven se puede sentir más libre. Cabe decir, sin embargo, que ya hace unos diez años que veo parejas del mismo sexo pasearse cogidas de la mano o besarse en público en municipios ebrenses.

La gran urbe tiene la ventaja del anonimato, que da libertad, pero esta libertad también es para los agresores. Cuanto más pequeño es el pueblo, hay más miedo y cuesta más salir del armario; a la vez, sin embargo, hay menos agresiones graves.

¿Qué actividad destacaría de la entidad que preside?

"Lo Caferet dels divendres", un encuentro mensual en un bar, que alternamos con el Cinefórum, la proyección de películas de temática LGTBI, con cena posterior. Estas actividades han atraído a muchos nuevos miembros a la asociación.

También es una herramienta muy potente la mesa con libros de temática LGTBI que montamos desde hace tres años por Sant Jordi, en Tortosa.

¿Cómo os financiáis?

Es el primer año que pedimos subvenciones a la Generalitat y, a raíz del proceso, no han llegado los anticipos. Nos mantenemos con las cuotas de los socios, que son muy bajas, y hoy por hoy sólo somos unos cincuenta miembros. Otra fuente de ingresos es la venta de artículos de merchandising, comobanderas y camisetas.

¿Cómo valoráis la actuación de la Generalitat ante el hecho LGTB?

Las leyes no cambian la sociedad, pero ayudan. La aprobación del matrimonio homosexual en el estado español, hace 12 años, fue un revulsivo, y la ley contra la LGTBIfobia también ha ayudado mucho. Esta última tiene la particularidad de que es muy transversal: afecta a todas las etapas de la vida y a todos los sectores de la sociedad. La presencia de Mireia Mata, en la Dirección General de Igualdad de la Generalitat, también tiene mucho que ver. Esquerra Republicana, y en concreto Anna Simó, ha tenido un papel relevante.

¿Y la de los gobiernos locales ebrenses?

Los ayuntamientos han tenido que ponerse las pilas para hacer cumplir la ley. Al principio fue un poco complicado, y el tira y afloja continúa. Ahora, sin embargo, estamos cerca de celebrar nuestro tercer aniversario y podemos decir que la experiencia es buena. En Tortosa, el tema LGTBI se trabaja desde hace año y medio, incluso antes de que la Generalitat llamara la atención de los municipios.En este sentido, hay que destacar la labor de la concejala Maria Jesús Viña.

El Ayuntamiento de Tortosa dispone del consejo asesor LGTBI. Nosotros formamos parte de la mesa técnica de este consejo. Una de las primeras acciones del consejo ha sido la elaboración de una diagnosis LGTBI, que servirá para redactar un plan local.

El Servicio de Atención Integral (SAI) a las personas LGTBI constituye el despliegue de la ley contra la LGTBIfobia. Toma nota de todas las incidencias en este ámbito y, en caso necesario, las deriva a los Mossos. Todos los consejos comarcales y poblaciones de más de 20.000 habitantes deben disponer de un SAI. Ahora mismo, en nuestras comarcas, está el SAI Tierras del Ebro, con sede en Amposta, el del Baix Ebre y el de Ribera d'Ebre. Estos dos últimos aún no disponen de sede propia.

A pesar de la ley, sigue habiendo agresiones…

De hecho, según los datos de fuentes como el Observatorio contra la Homofobia, las agresiones van a más. Podría ser porque hay más denuncias y más visibilidad, porque los homófobos se sienten amenazados y reaccionan atacando… No sé responder, no soy socióloga ni antropóloga.

Lo que puedo asegurar es que, después de la violencia en Cataluña y en Valencia en el mes de octubre, tuve miedo por el colectivo LGTBI, desde el punto de vista de la represión de las libertades y los derechos civiles.

MARTA MILIAN ARIÑO
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