Alejandro Cao de Benós: primer representante occidental de Corea del Norte con relaciones con Occidente: "Nuestras armas nucleares nos aseguran la paz y la vida"

10 de octubre de 2017 a las 11:37h

Nacido en Tarragona, su vida transcurre entre platós de televisión nacionales, Vespella de Gaià y Pyongyang (Corea del Norte). ¿Cómo surgió este interés por Corea del Norte?

Mi infancia transcurre en el barrio de Sant Pere i Sant Pau y el colegio del Miracle. Mi padre es de Granada y cuando yo empecé Bachillerato en el Pons d'Icart, nos trasladamos allí. Fue un cambio difícil, pero enseguida me integré en la cultura andaluza. Allí hice muchos amigos y a los 16 años me interesé en la política y empecé a militar en partidos de izquierda en Granada: Izquierda Unida, Partido Comunista de España y Partido Comunista de los Pueblos de España. Durante esta militancia ya me consideraba activo políticamente, pero era un momento muy complicado porque en los 90 era una época difícil para los socialistas, la Unión Soviética se estaba reconvirtiendo; pero, había un país que se mantenía muy firme con el sistema comunista y socialista: Corea del Norte. No había nada de información hasta que supe que había unas familias norcoreanas que vivían en Madrid y me trasladé allí. Allí tuve mi primer contacto con Corea del Norte y mi interés inicial se convirtió en pasión. Fundé una asociación que se llamaba "Asociación de Amistad con Corea del Norte 9 de septiembre" y a partir de aquí, la relación fue creciendo, año tras año. El 16 de febrero de 2002 me nombraron Delegado Especial para el Gobierno de la República en Temas Culturales, cargo que sigo desempeñando en la actualidad.

¿Cómo definiría al pueblo norcoreano?

Es otro mundo, hay que vivirlo. Corea del Norte no es como lo pintan la mayoría de medios de comunicación. No verás a gente viviendo en la calle o buscando comida en la basura como pasa aquí y a lo que ya estamos acostumbrados. Es una sociedad muy tranquila, las relaciones personales son muy cercanas porque la sociedad no se mueve por el dinero como sucede aquí. En el resto del mundo, el dinero manda en todos los aspectos de la vida. Es el centro que mueve la sociedad. En Corea del Norte no es así: lo que importante de verdad es la ideología, la ideología socialista. Trabajamos como si se tratara de una cooperativa y eso hace que las relaciones humanas sean mucho más reales. La gente interpone antes los sentimientos que los intereses privados o económicos. No es una sociedad individualista, es una sociedad que trabaja de forma común. En Corea del Norte decimos que el capitalismo es una jungla, un lugar donde el hombre se come al hombre porque hay competencia para sobrevivir. Allí no queremos este tipo de sociedad. En Corea del Norte todo el mundo vive sin preocuparse por el futuro.

¿Y eso es viable?

Es muy fácil porque hay el reparto de la riqueza. En el capitalismo, hay un par de multimillonarios que lo controlan todo: los bancos, los medios de comunicación... Y después, está la otra parte: gente que no puede comer ni puede pagar su piso. Lo que hace nuestro gobierno es que toda la tierra es pública, la reparte al pueblo para que haga uso de ella. No tenemos una bolsa donde la gente juega con la comida de la gente como sí hace el capitalismo. El gobierno norcoreano se encarga de repartir la vivienda, la tierra y la alimentación de forma equitativa.

Incluyendo también la vestimenta y la educación, ¿todas las necesidades básicas están cubiertas?

Sí. En Corea del Norte se cumplen los verdaderos derechos humanos que no se cumplen aquí. Yo mismo, siendo de Tarragona, me da una miseria pena ver en pleno siglo XXI la gran cantidad de personas que hay en la zona baja pidiendo caridad para sobrevivir y que duermen en la calle, que buscan comida en la basura... La gente ya no busca comida en la basura para venderla el domingo en el mercado de la Catedral, no, no. La gente está buscando comida caducada en la basura, en Tarragona, todos los días para seguir viviendo. Es increíble que suceda en un país donde precisamente no falta la alimentación, ya que España es la gran despensa de Europa. Es el almacén donde se distribuye gran parte de los alimentos a países europeos. Primero se deben tener las necesidades básicas y eso es lo más importante para nosotros, como socialistas y comunistas que somos. No hay desigualdades ni sociales ni económicas.

¿Cómo se sustenta todo esto?

Aquí no hay paro, no existe. El gobierno regula que todo el mundo pueda trabajar: o estás estudiando, estás en el ejército o estás trabajando. Tienes que hacer algo para la nación. No hay diferencias sociales, aunque a nivel salarial, los que cobran más son los del campo y los de la minería porque tienen más esfuerzos. En cambio, los funcionarios son los que cobran menos porque tienen todas las comodidades. La vivienda, la sanidad y la educación es todo el mundo por igual. La alimentación, también: está la alimentación básica –arroz, huevos, leche de soja, aceite–. Cada dos semanas, en cada distrito hay una tienda donde el gobierno te suministra todos estos alimentos. Después, tú lo que quieras comprar de más, con tu salario, puedes ir a los supermercados estatales. Es muy barato cuando es de producción nacional y muy caro cuando son productos de importación por culpa del bloqueo y de nuestra divisa.

¿Cómo se jerarquiza la sociedad?

Cuanto más responsabilidad tienes, debes ser más humilde y debes ser un ejemplo para el pueblo. No es como pasaba con la Unión Soviética con la nomenclatura: diferenciar la clase política y el resto de la gente. Eso no sucede en Corea. Nuestro líder se sienta en el suelo con los campesinos y se mezcla con el pueblo. Es muy cercano al pueblo, la gente critica cuando ve las fotos, pero es que él no necesita escolta, la gente lo quiere abrazar y el líder los trata como iguales.

¿Le ha costado integrarse en Corea?

Sí, claro, es una sociedad muy hermética y deben tener mucha confianza porque han sufrido mucho en la historia: aniquilación, persecución... por culpa de los imperios mongol, chino, japonés y estadounidense. Mi nombre norcoreano es soldado de nuestro general Kim Jong-Il. Me consideran como un camarada más de ellos. Todo el mundo me da las gracias por lo que hago por la nación. La historia ha sido muy injusta con Corea del Norte. Pero es que su posición es muy importante y estratégica: en medio de las dos potencias.

¿Sigue existiendo la desnutrición en Corea del Norte?

Todavía tenemos problemas por la variedad de la alimentación. No tiene nada que ver con lo que pasó en el año 2000, donde sufrieron una deficiencia alimentaria muy significativa desde el año 1994. Esto se debe a que en Corea no hay superficie para cultivar y las temperaturas son muy extremas, en invierno podemos llegar a -50. Cuando Corea se quedó sin amigos en el mundo –cuando desapareció el comunismo– y EEUU aplicó más presión sobre nuestra economía, no teníamos posibilidad de levantar cabeza. Gastamos millones de euros para importarlo todo y gastamos mucho dinero. En la actualidad, no hay ni una sola persona entre los 25 millones que pase hambre, pero tenemos algunas carencias en algunas vitaminas determinadas, como la C o la D y esto es latente en embarazadas donde quizás no reciben la educación necesaria sobre la variedad nutritiva y alimentaria.

¿Qué difamaciones se hacen a través de los medios de comunicación respecto a Corea del Norte?

Lo extraño es que no haya difamación. No hay imparcialidad. Hago muchas entrevistas en medios nacionales e internacionales... Y puedo ver cómo España es el peor país en cuanto a la profesionalidad periodística. Me han dicho de todo, a mí y a Corea. Nos dicen que Corea del Norte somos una dictadura, que hay una persona que es un líder y que todo el mundo le sirve... ¡Van muy equivocados! Allí sale de la unión popular, es un movimiento que hace el pueblo. Por eso el país puede continuar durante más de 70 años con toda esta presión y ser uno de los países con más sanciones

¿Qué requisitos se necesitan para poder visitar el país?

Se debe pedir un visado con un mes de antelación para que hagan todos los trámites. Sólo tienes que rellenar la típica información de dónde vives, tu teléfono, a qué te dedicas... Sólo tenemos restricciones a los periodistas. Los periodistas no pueden viajar como turistas, deben acreditarse como periodistas. No somos el único país en el que esto pasa: en Egipto un periodista tampoco puede entrar con el visado de turista.

En los documentales, siempre se puede observar cómo los turistas que vienen a Corea del Norte están siempre acompañados de un político o de un representante gubernamental. ¿Por qué?

Hay varios motivos. El primero es que la persona que entra en nuestro país es que no sabemos quién es porque cualquier persona del mundo puede visitar Corea del Norte. Es un sistema abierto: incluso, estadounidenses o Israel –países con los que no tenemos relaciones diplomáticas– nos pueden visitar como turistas. Pero lo controlamos porque pueden ser espías, terroristas... Cuando no tenemos confianza, nuestro gobierno siempre pone a una persona al lado para que también vele por su seguridad porque al ser un país que está en alerta constante de ataque del imperio estadounidense, estamos militarizados. Corea del Norte es un país muy militarizado. Te puede parecer un bloque de pisos normal pero en realidad, es una base militar. No hay nombres en las calles, no existe la identificación externa para que nadie del exterior pueda decir dónde están las cosas. Sólo los norcoreanos lo sabemos. Es nuestra estrategia: que la gente que venga de fuera pueda disfrutar de nuestros monumentos, de la naturaleza... Pero no queremos que obtengan información válida para los estadounidenses. Además, la otra cuestión es que si no hablas coreano, no podrás comunicarte con nadie, así que tus acompañantes te harán de traductores.

¿Hay campos de concentración?

Es una fabricación absoluta. Tenemos campos de trabajo para los delincuentes comunes: asesinatos, violaciones... Tiene un juicio y en lugar de ir a la cárcel, va a un campo de trabajo. No es una prisión donde estás encerrado, donde consumes droga... Tal y como pasa aquí. En Corea del Norte, si has delinquido debes hacer algo a cambio para la sociedad. ¿Cómo? Recogiendo arroz, hacer muebles para la gente que luego se regalan a los ciudadanos. Cuando el gobierno te regala el piso, te lo da totalmente amueblado y estos muebles los han hecho personas que tienen una sentencia. Debes compensar con tu vida el daño que has hecho a la sociedad. En España, la diferencia, es que son esclavos de un empresario.

¿Después hay una reinserción en la sociedad?

Claro, nuestro gobierno no busca el castigo.

¿Qué piensa de Donald Trump?

Es una persona bipolar y como persona multimillonaria está acostumbrada a tenerlo todo y que todo el mundo siga sus órdenes. Pero no sabe nada de política. Sabe muy poco del mundo y de otras formas de pensar. La arrogancia que tiene como hombre de negocios, la ha trasladado a la política. Ahora lo tiene todo: dinero y poder. Pero es muy variante: hay días que quiere invitar a nuestro líder a comer una hamburguesa y al día siguiente dice que fuego, furia y destrucción total en Corea del Norte... Y la amenaza de muerte. Cuando una persona actúa de esta manera –dicen que es su táctica, yo pienso que no–, demuestra cómo es su personalidad, explosiva y arrogante. Afortunadamente, no toma todas las decisiones de EEUU, sino las empresas de armamento que son las principales que mueven la economía. Pero que quieran establecer una guerra con Corea del Norte no es viable porque tenemos armas nucleares.

¿Hay posibilidades reales de que se desencadene un conflicto entre EEUU y Corea del Norte?

Habrá un conflicto puntual, como que lleven un bombardero a las fronteras de Corea para provocar, pero nuestro gobierno les ha dicho que si lo vuelven a hacer, serán derribados. Trump declara que hará una destrucción masiva en Corea del Norte y que nuestro líder estará entre nosotros muy poco tiempo. Nos lo tomamos muy en serio porque es una declaración de guerra. La única posibilidad es la negociación, desde los años 50 que queremos la paz. Ellos tienen la excusa de que como la guerra está abierta, nos pueden atacar cuando quieran y así no tienen que pasar por Naciones Unidas. Nosotros hemos demostrado que tenemos capacidad termonuclear, tenemos la bomba H, misiles intercontinentales que desde Corea podemos bombardear a Washington y los sistemas que existen no los podrían detener. Saben que si atacan, nosotros responderemos. Nuestras armas nucleares nos aseguran la paz, la vida y que no acabaremos como Siria o Irak. Nunca nos desharemos de estas armas que nos aseguran la vida. Haríamos algún pacto para asegurar la no proliferación de armas nucleares, pero las armas defensivas que tenemos continuarán en el país porque nos aseguran la supervivencia.

¿Qué interés tiene EEUU de provocar una guerra?

Son las empresas de armamento que mueven la economía. Deben regenerar los contratos de armamento y necesitan recursos materiales que aquí podrían encontrar. Hay varios indicadores: su ubicación geoestratégica –es el control del Pacífico, ya tienen Corea del Sur–, así podrían controlar Rusia y China. Después, los recursos que tenemos: metales que se utilizan en la industria aeroespacial. La última es destruir totalmente el comunismo para que no sirvamos de ejemplo a ningún país del mundo: que sea soberano y libre, nosotros sí lo somos. EEUU no puede entender que el capitalismo tiene una alternativa: el socialismo. Necesitan crear guerras para justificar su armamento.

¿Viven pendientes de un ataque militar estadounidense?

Sí. Estamos en guerra desde el 25 de junio de 1950. La Guerra de Corea la iniciaron los estadounidenses en el año 1950 y no se cerró. Después de tres años de bombardeos, donde mataron a millones de personas. Los americanos firmaron un armisticio básicamente una tregua que aún sigue vigente, pero no han querido firmar la paz definitiva. Entonces, oficialmente, todavía estamos en guerra. Incluso, Obama, Premio Nobel de la Paz –que no lo merecía–, se negó públicamente a firmar este tratado de paz. Como ya conocemos a Estados Unidos con su movimiento imperialista, ocupando Irak, Libia o Afganistán, la única forma de pararles es con nuestra disuasión nuclear. Sabemos que si no tuviéramos el arma nuclear, Donald Trump hubiera matado a los 25 millones de norcoreanos.

¿Por qué Obama se negó a firmar la paz?

Nos dijeron que no era el momento de negociar. Estuvimos a punto de firmar la paz definitiva con Clinton en los años 90 y él la quería firmar porque vio que Corea del Norte se retiró del tratado de no proliferación de armas nucleares. Es el único país en la historia que ha salido de este tratado para poder desarrollar su defensa nuclear porque sabíamos que querían atacar a Corea. Cuando Corea del Norte sale de este tratado, Clinton ve que no podrá ocupar durante demasiado tiempo a Corea entonces firmó el pacto de Ginebra de 1994, donde a cambio de la congelación de nuestro desarrollo nuclear, a EEUU se les daría dos reactores nucleares de agua ligera para la producción de electricidad. Estábamos muy cerca de firmar la paz, pero también de establecer relaciones diplomáticas, por desgracia, los demócratas perdieron las elecciones y ganó George Bush junior que dijo que Corea del Norte era

Entonces, ¿cree que Trump quiere hacer lo mismo que Bush, pero con Corea del Norte?

Sí, sí, totalmente. Hemos visto quién ha dado permiso a EEUU para que lanzaran 40 misiles a Siria, recientemente. Ahora mismo, están muriendo niños y niñas, con un joven que juega con un joystick desde Washington porque dice que quiere evitar el terrorismo. Nadie les puede parar: son la primera potencia militar y económica del mundo.

El gobierno español ha declarado al embajador norcoreano persona "non grata", al Sr. Kim Hyok Chol

Sí, por desgracia así ha sido. El gobierno español ha expulsado a uno de nuestros diplomáticos, el encargado de los temas de visados y ahora, recientemente, ha declarado persona non grata y le dijo que debía salir del país antes de finales de mes. Ahora estamos esperando la reacción por parte de nuestro ministerio de Asuntos Exteriores en Pyongyang. Es una vergüenza que España no tenga soberanía para decidir por sí misma, ya que esto lo hace para agradar al señor Trump por la visita de Rajoy a Trump. No había ningún motivo para echar a uno de nuestros diplomáticos, sino todo lo contrario: en los últimos tiempos, hay un crecimiento en el interés por parte de empresarios, universitarios hacia Corea del Norte. Sólo se puede entender esta declaración como una forma de agradar a Estados Unidos: España es sirviente de Estados Unidos.

¿Cuáles son los motivos que alega el Ministerio de Exteriores ante esta decisión?

Es por las pruebas nucleares y por eso decide echar a nuestro diplomático. Dice que ya lo advirtió, pero Estados Unidos es la principal potencia de pruebas nucleares. Esta excusa no vale, es una cuestión de intereses. Lógicamente, es muy difícil que el gobierno español acepte en público que es una marioneta de Estados Unidos.

¿Qué decisiones tomarán al respecto ante esta marcha?

Hay dos posibilidades: o bien, se le sustituye por otro embajador o bien se procedería al cierre de la embajada en España. La embajada en Madrid no sólo se encarga de las relaciones diplomáticas con España, sino que también se encarga de la organización mundial de turismo, ya que su sede está en Madrid. Desconozco a estas alturas cuál será la respuesta.

Ha habido mucha polémica con su tuit a un canal televisivo

Yo no soy independentista pero siempre defenderé nuestra cultura. Es un canal fascista y franquista. Que opinen sobre el referéndum y la independencia de Cataluña me parece muy bien, pero que digan que desde Corea lanzamos una bomba a Cataluña –que asesinamos a los catalanes sólo por ser catalanes–, poco después de haber sufrido los atentados, me pareció intolerable. La gente se está volviendo independentista no porque crea en la independencia sino porque existe una represión franquista.

¿Hay interés en Tarragona en el régimen político de Corea del Norte?

Hay mucho interés, he creado una asociación: Corean Friendship Association (Asociación de Amistad con Corea) y ha tenido un éxito mundial: 17.000 personas en 120 países del mundo. El local de nuestra asociación está en la C/ Rebolledo de Tarragona. Tenemos socios tarraconenses, sobre todo por curiosidad, hay una veintena de socios y que apoyan las actividades que realizamos desde nuestra asociación.

¿No echa de menos Tarragona o el Baix Gaià?

Me he criado aquí. Tengo mis amigos, conozco muy bien la provincia. Me gusta mucho estar en Vespella porque se está muy tranquilo. Daniel Cid, alcalde de Vespella, es un hombre fantástico, todos los alcaldes deberían ser como él. Siempre estoy yendo y viniendo de Corea y Vespella.

¿Le ha hablado a su líder, Kim Jong-Un sobre el Baix Gaià?

Cuando nos encontramos son en actos estatales, ceremonias y no he tenido tiempo de hablarle; con otros ministros de la república está claro que sí, tienen fotografías del Baix Gaià, de Tarragona... Les llama mucho la atención. Son dos mundos totalmente diferentes.