La 'rave' de Cervià de Ter (Gironès), que tantas molestias en forma de ruido ha causado a los vecinos, ha terminado hoy domingo a media tarde, después de que la cincuentena de personas que quedaba hayan abandonado la antigua gravera que hay junto al río Ter.
Desde primera hora de este lunes el número de asistentes había bajado hasta la cincuentena y quedaban una treintena de vehículos. Sin embargo, ya se habían desmantelado el escenario y otras estructuras de la fiesta que comenzó el jueves por la noche.
Todos aquellos que han salido en coche han tenido que pasar por el filtro que los Mossos tenían habilitado, donde los han identificado y hecho controles de droga y alcohol. Muchos de ellos se han marchado a pie, campo a través. Finalmente, a media tarde, han terminado marchándose los últimos asistentes y la policía ha levantado el dispositivo. Los vecinos respiran aliviados.