Las secciones jóvenes de los partidos andorranos han tomado un papel clave en esta legislatura, con la participación activa durante la elaboración del Acuerdo de Juventud de 2021. Ahora le toca al Gobierno aplicar estos 72 puntos acordados en un momento de postpandemia e inflación que obliga a redoblar esfuerzos en cuestiones como el poder adquisitivo del país. Adrià Espineta, presidente de la Sección Joven de Demócratas por Andorra, explica en esta entrevista a La Ciutat las acciones del ejecutivo para frenar las problemáticas de los jóvenes y el papel de la juventud en la política.
El pasado jueves la secretaria general de la OSCE se reunió con varios jóvenes andorranos, un encuentro donde asististe. ¿Qué conclusiones se extrajeron?
Siempre es una gran oportunidad poder participar en un evento como este. Al fin y al cabo, es la primera vez que una secretaria general visita Andorra y fue una jornada histórica. A la vez, hubo una convocatoria abierta a todos los jóvenes del país para participar. Fui como diplomático, pero también se trasladó a las secciones jóvenes.
Este roadshow era el último de todos los que ha hecho la OSCE, han estado en contacto con jóvenes de varios países. Andorra es un país muy pequeño, pero los jóvenes de aquí tienen mucho interés por expresarse y decir la suya. Las conclusiones que extrajimos afectaban a varios ámbitos muy transversales orientados a la seguridad: medio ambiente, calidad democrática, educación... Cada uno de los grupos de trabajo pudo trasladar sus debates a la secretaria general y a la ministra de exteriores. Todo esto la OSCE lo trabaja para que los estados tengan directrices sobre cuáles son las sensibilidades de los jóvenes.
Supongo que el hecho de que las instituciones públicas se acerquen a los jóvenes se percibe positivamente, como con el Acuerdo de Juventud. ¿Cómo valoras los instrumentos utilizados para elaborarlo? ¿Se puede replicar con otras leyes?
Valoro muy positivamente el trabajo que hicimos todas las secciones de forma conjunta para trabajar por el país y dejar de lado los objetivos partidistas. Todos nos enfocamos en una propuesta que viéramos con buenos ojos y sin divergencias. El resultado puede replicarse con otras temáticas y no deja de ser la semilla de lo que pueden llegar a ser los pactos de estado. En otras temáticas es posible y es saludable poder contar con otras opiniones. En este caso, se escuchó a las secciones jóvenes porque son las que se mueven más en el ámbito político, pero una apertura al resto también sería positivo. En Andorra cuesta que la gente participe. Por ejemplo, una oportunidad como el roadshow de la OSCE hubiera tenido que tener más repercusión.
El Foro de la Juventud, del que fuiste presidente, debería tener el papel de sacudir a esta juventud.
El Foro está concebido para ser una herramienta de participación joven. Por lo tanto, desde sus orígenes siempre ha buscado este objetivo. Cuando fui secretario y presidente de la entidad, nos dimos cuenta de que una de las principales dificultades eran las convocatorias de las asambleas. Nos costaba llegar a los quórums mínimos. La reforma de este año pretende modernizar su funcionamiento y profesionalizarlo con un cuerpo técnico que promoverá actividades e iniciativas. Es un avance muy positivo porque antes quizás era una entidad más estática y tradicional. Ahora se podrán hacer asambleas telemáticas. Al final, es una herramienta muy poderosa para canalizar a través de la entidad su voz.
¿Cómo se puede intentar evitar que la participación de los jóvenes que se marchan por estudios se desligue del país?
Es una tendencia que se produce en todas partes. Quizás al ser un país más pequeño, lo vemos más. En los primeros años, muchos de ellos empiezan a trabajar fuera, pero muchos vuelven porque las posibilidades que Andorra da a los jóvenes son positivas. El Gobierno lo que intenta es potenciar que haya estudiantes que se queden en Andorra por los estudios superiores. Hay universidades privadas que se están instalando, pero también tenemos la universidad pública que lleva años creando nuevas carreras y salidas profesionales. Esto puede favorecer que haya más estudiantes que se queden. Igualmente, es una decisión que debe tomar cada uno y saltar del nido también es bueno para tu desarrollo personal. No lo veo con una gran preocupación porque volverán al país.
Volviendo al Acuerdo de Juventud, la oposición se ha quejado del retraso a la hora de aplicarse las medidas.
Todos queremos que el acuerdo se ejecute lo antes posible. Ahora bien, debemos tener en cuenta que las circunstancias en que aprobamos el acuerdo eran y son complejas para el país. Tenemos una deuda cada vez más elevada que dificulta la asignación de recursos. Con la exposición que hizo la ministra en junio quedó patente que se están trabajando algunos puntos a nivel transversal. Al final, el Gobierno tiene el Acuerdo de Juventud y muchas otras leyes que también debe sacar adelante. De momento, hay una buena base que debe ser desarrollada, pero los tempos deben adaptarse a la situación. No es que haya una selección de puntos que el Gobierno tenga más interés de elegir, sino que se está avanzando al paso que se puede. Debemos tener paciencia.
Una medida que sí que habéis sacado adelante es el paquete antiinflación, que cuenta con iniciativas para conseguir vivienda a precio asequible. Para aligerar el problema ahora mismo se queda un poco corta?
El problema de la vivienda es el más grande que Andorra tiene ahora mismo. El Gobierno tiene ciertas herramientas y algunas de ellas deben acabar de dar sus frutos. Con este crédito extraordinario de 30 millones de euros podrá destinar pisos a las personas que lo necesitan. El Gobierno no quiere rehuir esta responsabilidad, pero no deja de ser una situación compleja a corto plazo. A la vez, tenemos en la Borda Nova estos nuevos pisos de alquiler a precio asequible e intentaremos que estén activados lo antes posible. Además, se deben tener en cuenta las medidas para actualizar el salario al IPC. Estamos ayudando, con la medida que podemos, que la gente tenga un poco más de poder adquisitivo. La crisis de la vivienda va vinculada con otras crisis del entorno. El Estado debe intentar gestionar la situación, pero a la vez no puede hacerlo todo y también debe haber implicación por parte de los particulares.
En el caso de los particulares, los incentivos fiscales para rebajar los precios es una propuesta que Demócratas ve con buenos ojos?
Necesitamos que muchas propiedades que están cerradas puedan salir al mercado y destensar la falta de oferta. La ley del mercado es muy sencilla: cuando hay mucha demanda y poca oferta, el precio de la poca oferta sube. Si tenemos más oferta, los precios bajarán. ¿Incentivos fiscales para promover la oferta? Personalmente, no lo veo con malos ojos. Es una medida que tiene su lógica y puede llegar a ser de las más eficientes. Ahora bien, se debe valorar desde todos los ángulos y el impacto que puede tener. También debemos valorar cuál es el motivo para no poner estos pisos en el mercado.
Trasladándonos al partido, ¿hasta qué punto las propuestas que elabora la Sección Joven tienen fuerza para que Demócratas por Andorra las aplique?
Creo que Demócratas por Andorra es un partido que tiene muy en cuenta la Sección Joven. Tenemos la equiparación con uno de los comités parroquiales. Por lo tanto, tenemos plena participación en la ejecutiva. Como presidente, formo parte y todo lo que tratamos en la Sección Joven lo traslado a la ejecutiva. Que se puedan realizar depende de si el Gobierno las ve viables. En la elaboración del programa electoral tenemos nuestra voz y se escucha. Dentro del programa de las pasadas elecciones, una de las propuestas de la Sección joven que se ha sacado adelante es el transporte público gratuito. No se preveía hacer en esta legislatura, pero finalmente se ha decidido aplicar con un coste aproximado de 2,8 millones.
Roger Padreny comentaba que echaba de menos jóvenes en el Consejo con quien interlocutar. ¿Falta presencia de la Sección en las listas de Demócratas?
Todos los partidos estamos dentro del proceso de poder llegar a todos los extractos de la sociedad, desde los más jóvenes a los más mayores. Mi única experiencia electoral fue estar en la lista del Comú de Andorra la Vella. Fue una lista donde muchos jóvenes estaban presentes. Tanto Meritxell López Guitart como Gerard Menardia son miembros de la Sección Joven y son consejeros de Comú. Otros años había pasado que los jóvenes de la lista no acababan entrando. Además, tuvimos una consejera en Escaldes en la anterior legislatura, Laura Lavado. Es un elemento que no siempre está en manos de la Sección Joven. En muchos casos, es una propuesta que se te hace directamente desde el partido.
Actualmente, se trabaja el acuerdo de asociación con la Unión Europea. ¿Cómo podría repercutir este documento a los jóvenes?
Su pistoletazo de salida ya fue en una clave joven. Siempre se ha hablado de que el acuerdo de asociación facilitará que los jóvenes vayan a estudiar fuera y quieran participar de todas las oportunidades que la UE ofrece. Personalmente, de cara a la juventud andorrana es un plus. El acuerdo ofrece grandes oportunidades para trabajar con el mercado europeo y la equiparación de oportunidades al ir a buscar trabajo en la Unión Europea. Además, tienes el Erasmus, que ayuda a los jóvenes a la movilidad interuniversitaria. Andorra estaba focalizada en el Erasmus+, que nos equipararía con estados de la EFTA como Noruega, Islandia o Liechtenstein. Estamos en un mundo cada vez más globalizado y dar la oportunidad a nuestros ciudadanos de poder disfrutar de la red universitaria europea es una enorme oportunidad.
