ACOSO ESCOLAR: 'Los actuales protocolos no funcionan, se necesitan castigos más severos'

07 de abril de 2023 a las 09:15h

El secretario general del Sindicato de Profesores de Secundaria (ASPEPC-SPS), Xavier Massó, reclama que los docentes y las direcciones de los centros tengan más capacidad sancionadora hacia los alumnos que acosan de forma grave a sus compañeros.

En una entrevista con la ACN, Massó cree que los actuales protocolos no funcionan, que la mediación entre víctima y agresor debería eliminarse, y que se necesitan castigos más severos para los escolares que acosan a otros estudiantes. Además, considera un error grave el hecho de que normalmente sean las víctimas las que cambian de centro y los acosadores se queden en su entorno habitual. Por eso, pide a Educación que profesores y direcciones tengan más poder disciplinario.

Massó admite que los casos han crecido en los últimos años y que los más graves, que pueden ser un 5%, según él, también están aumentando. El representante del segundo sindicato del personal docente, el principal en Secundaria, ha remarcado que la principal carencia de los centros para abordar el acoso de carácter grave es su falta de autoridad sancionadora.

Según él, los protocolos actuales no funcionan, y se deberían dar más herramientas y capacidad disciplinaria a los docentes y las direcciones de los centros para abordar rápidamente y de forma eficaz los conflictos más importantes. A su parecer, el acoso más habitual es "fácil" de detectar, pero el problema es que los centros "no pueden hacer nada, están atados de pies y manos".

Los protocolos prevén un espacio de mediación entre víctima y acosador, herramienta que Massó encuentra "aberrante" porque sitúa al afectado y al supuesto agresor al mismo nivel, cosa que nadie se plantearía en un caso de violación, dice. "No hace falta que vengan expertos para explicar cómo hacer la mediación, los profesores no necesitamos psicólogos para saber cómo detectar el acoso, necesitamos psicólogos que traten a los acosadores para que dejen de ser así", ha espetado. "¿De qué me tienen que formar si llevo 30 años enseñando?", se pregunta.

De hecho, considera que la falta de castigo a los acosadores facilita que continúen actuando porque ni víctimas ni testigos lo denuncian por miedo a que ellos sean los próximos acosados.

"No debemos defender al agresor para que se le considere tan víctima como al agredido, debe actuar la justicia, se le debe sancionar hasta que se le quiten las ganas", dice Massó, y advierte que "no se puede contemporizar, porque el agresor pasará del empujón al puñetazo y después a la navaja". "Lo que hay que buscar es la pena, no la redención, lo que interesa es salvar a la víctima, y si después el agresor se redime, mejor, pero la función primordial es evitar que haya alguien impidiendo el derecho de estudiar y de aprender de otros alumnos, que con el miedo y la intimidación esté coartando el derecho de los demás", argumenta el secretario general de ASPEPC-SPS.

"Lo primero que deberían poder hacer las escuelas es poder sancionar: si alguien actúa disruptivamente contra la convivencia y atentando contra los derechos de otra persona, y la sociedad no actúa, estamos faltando al deber social que tenemos", advierte. "Cuando un alumno empieza a transgredir y ve que no le pasa nada, estamos potenciando un futuro delincuente peligroso, y parece que se esté fomentando", alerta.

Además, dice que muchos casos se acostumbran a concluir con el desplazamiento de la víctima a otro centro y el acosador al mismo instituto. "El acosador se convierte en el rey del mambo, y el acosado, que no ha hecho nada malo, queda estigmatizado y debe desplazarse de instituto. ¿Cómo queremos que esta persona acosadora corrija sus veleidades?", se pregunta retóricamente. "No podemos hacer nada racional porque la normativa es irracional", concluye.

De hecho, el secretario general del Sindicato de Profesores de Secundaria considera que la normativa deja "desamparados" a los docentes, y a la vez, esto deja desamparados a los alumnos más vulnerables y potenciales víctimas de acoso. Por eso, reclama a la Generalitat que dote a los docentes y las direcciones de la capacidad de sancionar disciplinariamente con más dureza. Si algún castigo se considera desproporcionado, los diversos filtros ya lo detectarán y se corregirá, asegura.

Una de las propuestas de Massó es que los padres de los menores inimputables se hagan cargo de los daños materiales, físicos y emocionales de sus acciones de acoso. Si el acosador acaba expulsado del centro, el sindicalista también propone que la familia se tenga que hacer cargo de los gastos de escolarización en un centro concertado o privado, como dice que pasa en Francia. "El 95% de los casos se acabarían" con esta medida, asegura. De hecho, explica que muchos padres no admiten que sus hijos son acosadores, ya que tienen una actitud de "sobreprotección".

POSIBLES "PSICÓPATAS"

Massó explica que diversos estudios psiquiátricos han calculado que alrededor del 12% de la población tiene rasgos psicopáticos. No obstante, la mayoría están bien integrados en la sociedad porque las reglas los inhiben. Esto, según él, lleva a la conclusión de que la normativa debe ser más dura tanto en las escuelas como en los institutos, para no "poner la sociedad en manos de psicópatas".

"Los acosadores son calculadores, se meten con el que acaba de llegar, que no tiene a nadie que le ayude, que es tímido", dice. "Por pasividad, se favorece" que los acosadores abusen de este tipo de víctimas, asegura.

El representante sindical, con más de 30 años de experiencia como profesor, explica que el acoso grave puede empezar en la Primaria, cuando "cualquier adulto sabe detectar que hay malicia". Es entonces cuando se debe poder actuar de raíz para que no vaya a más, considera. A pesar de esto, no cree que el paso de la escuela de Primaria al instituto de Secundaria sea un factor de riesgo para las víctimas.

LAS REDES Y LOS ABUSOS SEXUALES

Respecto al hecho de que el acoso escolar grave comience o continúe a través de las redes sociales, el representante del principal sindicato de profesores de Secundaria dice que los profesores lo acostumbran a detectar casi siempre, porque se nota también en los patios, pero les cuesta aún más intervenir.

También reclama que la digitalización de los niños comience más tarde para asentar primero las bases "analógicas" de la personalidad y la educación. Por otro lado, no está de acuerdo con la tesis de que los alumnos sepan manejar las nuevas tecnologías mucho más que los docentes, sino que saben utilizar ciertas herramientas que, en el fondo, son similares a otras anteriores.

Sobre el acoso sexual entre alumnos, el secretario general de ASPEPC-SPS opina que se puede introducir la educación sexual en asignaturas como ética o biología, pero cree que el respeto a la persona y los valores no se enseñan ni se pueden transmitir directamente, sino que se van adquiriendo en el proceso educativo.

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Marc Pascual
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