La Audiencia de Lleida ha condenado a penas de entre cinco y siete años de prisión a cinco de los ocho acusados de cometer robos con fuerza en casas habitadas de varios municipios. La Sala considera probado que los cinco participaron en catorce robos y los condena por un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada. Además, también los condena por un delito de pertenencia a grupo criminal porque entiende que actuaban de manera conjunta para robar en el interior de domicilios, principalmente de Cataluña, Aragón, la Comunidad Valenciana y Andalucía, asegurándose de que no hay nadie dentro y rompiendo o forzando para acceder a puertas y ventanas con el objetivo de obtener un beneficio patrimonial ilícito. A uno de ellos lo condena también por un delito de atentado a la autoridad porque intentó atropellar a un Mosso al intentar huir de un control en la entrada de Lleida. La Audiencia, en cambio, ha absuelto a los otros tres acusados de los robos así como al joyero de Reus acusado de vender las piezas robadas por los otros acusados. En todos los casos, la Sala entiende que no hay suficientes pruebas que acrediten su participación en los hechos.
La Sala considera a Juan Bautista G. G., Juan A. B, Antonio B. B., Jorge A. B. y Miguel A. G. autores de un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada. Todos ellos, excepto el último, tienen antecedentes y han sido condenados entre en tres y cuatro ocasiones por robos con fuerza en casas habitadas. En cambio, considera que no hay suficientes pruebas que acrediten la participación en los hechos de Ágel G. G., Alfonso A. B. y Juan Antonio A. H. En cuanto a la acusación de un delito de receptación al joyero Miguel C. X. la Sala entiende que no existen pruebas suficientes que demuestren que el acusado era consciente de que los objetos que le llevaban los otros acusados eran robados y por tanto hacen prevalecer la presunción de inocencia.
En cuanto a las penas impuestas, la Sala ha condenado a cinco años y tres meses de prisión a Jorge A. B., por un delito de robo con fuerza en casa habitada (cuatro años y nueve meses) y un delito de pertenencia a grupo criminal (seis meses). Considera que participó en nueve robos. A Antonio B. B., a quien la sala considera que participó en once robos, la pena impuesta ha sido de cinco años y cuatro meses de prisión por los robos (cinco años) y la pertenencia a grupo criminal (cuatro meses). En su caso las penas son inferiores porque se le ha aplicado la atenuante de drogadicción. A Juan A. B. lo condena a seis años y tres meses de prisión por ocho robos (cinco años y nueve meses) y pertenencia a grupo criminal (seis meses). A Juan Bautista G. G. la Sala lo condena a seis años y medio de prisión por haber participado en trece robos (seis años) y por pertenencia a grupo criminal (seis meses). Finalmente, la pena más elevada se la impone a Miguel A. G., condenado a siete años, tres meses y un día de prisión por cuatro robos con fuerza (tres años y nueve meses), pertenencia a grupo criminal (seis meses) y atentado a la autoridad con un "medio peligroso" (tres años y un día).
En el juicio que tuvo lugar en la Audiencia de Lleida entre el 6 y el 9 de febrero, con más de un centenar de testigos, los ocho acusados de cometer los robos con fuerza en casas habitadas negaron los hechos y negaron también conocer al noveno acusado, un joyero de Reus acusado de receptación por presuntamente vender el material robado desde su establecimiento. La fiscalía pedía penas de hasta siete años y medio de prisión para los ocho acusados de robos con fuerza entre julio de 2014 y enero de 2015, en poblaciones leridanas como Foradada, Tornabous, Arbeca, Castellserà, Vallfogona de Balaguer o Bellcaire d'Urgell; pero también en casas de la demarcación de Tarragona, como en Ametlla de Mar y de Castellón, como en el municipio de Viver. Además, solicitaba un año de prisión para los nueve acusados por un delito de pertenencia a grupo criminal, dos años para el joyero por receptación y cuatro años de prisión más a uno de los encausados, acusado de atentado a la autoridad al intentar atropellar a un Mosso para huir de un control en la entrada de Lleida.
