Cerca de doscientas personas y una veintena de tractores se han manifestado este viernes en Tortosa, para exigir agilidad en la tramitación del permiso de quemas de restos vegetales. Primero se han concentrado ante la cooperativa Soldebre y de allí se han desplazado a pie y en una marcha lenta por la C-12. En las rotondas han vertido ramas y han hecho lo que quizás les prohibirán en unos meses, quemar rama. Los agricultores y agricultoras están cansados del desprecio a su trabajo, a las "trabas burocráticas", las "decisiones de despacho" y a medidas que "entorpecen la tarea" del sector y encarecen una producción ya con unos costes disparados. La movilización ha terminado en la nueva rotonda de Jesús, municipio donde se ha gestado la protesta.
La manifestación de los agricultores de este viernes en Tortosa se gestó durante la última edición de la Feria del Aceite de Jesús. Los problemas surgidos para recibir permisos y quemar rama han sido "la gota que ha colmado el vaso" y los agricultores han vuelto a movilizarse para protestar.
Unas doscientas personas se han concentrado a partir de las diez de la mañana delante de la Cooperativa Soldebre y han iniciado la marcha, a pie y en tractores, hacia la rotonda del puente del Milenio, en la carretera C-12. Allí se ha hecho la primera parada. Se han volcado restos vegetales, que se han esparcido en la rotonda y en medio de la carretera y un montón se ha encendido entre los aplausos de los asistentes. De restos, de ramas, se han ido vertiendo a lo largo de todo el recorrido, hasta la nueva rotonda de acceso a Jesús, donde se ha cerrado la movilización con los parlamentos.
La manifestación ha sido organizada por Unió de Pagesos y ha participado el responsable de organización, Carles Vicente, el coordinador en las Terres de l'Ebre y responsable de sectores agrícolas, Miquel Piñol, y el coordinador nacional del sindicato, Joan Caball. Caball ha reconocido que el campesinado está "harto" y cansado de "desprecios", sobre todo después de unos años de precios bajísimos y unos costes que no les permiten ganarse la vida. "Hay acciones y decisiones que se toman desde un despacho sin pensar en la realidad de la agricultura y la entorpecen, como es el caso de las quemas que por sentido común debería estar resuelto", ha reivindicado el coordinador sindical.
Causas sanitarias e incendios
Los sindicatos agrarios consiguieron que los grupos del Congreso de Diputados rectificaran la ley que les prohibía quemar rama de manera generalizada, una modificación incluida en la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular. La última rectificación prevé autorizaciones excepcionales para quemar restos vegetales por "causa sanitaria" - se deben justificar plagas en los cultivos- o por riesgo de incendio, pero con la "interpretación" de cada administración que debe emitir el permiso, se ha perdido agilidad a la hora de poder recibir el permiso, que antes se pedía y concedía el ayuntamiento de fuera fácil.
"La realidad es que las administraciones deberían ser más ágiles y que vuelva a ser como era hasta ahora. Todo el mundo lo recibía y cuando hacía viento por ejemplo, se avisaba si no se podía y todo el mundo cumplía estrictamente", ha recordado Joan Caball. Para el coordinador de UP, esta situación es fruto de una medida "puesta en una ley que no tocaba" y por parte de "diputados y diputadas que desconocen el sector". "Es una norma con pretextos medioambientales, pero la realidad es que no hay respuestas rápidas y ágiles en una cuestión que no era un problema".
La "tormenta perfecta"
La normativa no ha hecho más que "sumar burocracia" a un sector muy tocado que va enlazando campañas de precios bajos, más gastos, un coste de la energía que ha incrementado un 77%, y las pérdidas por la sequía, las granizadas o las heladas. "Los primeros en abandonar serán la gente joven, que no verá futuro", ha advertido el coordinador del sindicato agrario. "Es la tormenta perfecta", ha añadido.
El abandono, de hecho, es un sentimiento que toma fuerza. Joan Galcerà lo reconoce. "Plegaremos por inercia porque de nuestro sector todos comemos, no nos defiende nadie, pero pagar y trabas, tantas como sea necesario. Así no podemos ir", ha lamentado este agricultor de Paüls (Baix Ebre). "Las fincas se tendrán que ermar, se tendrán que perder, no tenemos salida", ha rematado.
Más costes, menos sostenible
Para Mariano Botella, agricultor de Jesús, el problema de fondo vuelve a ser "económico". "Si necesitamos una trituradora vale dinero, un gasto adicional. Siempre vamos con el agua al cuello, sólo nos falta esto", ha advertido Botella.
De hecho, los agricultores también señalan la contradicción de restringir las quemas agrícolas porque generan emisiones y hacerles triturar los restos agrícolas con máquinas que necesitan combustibles fósiles. "Piensan que hacemos CO2 quemando, pero la trituradora necesitará 80 o 100 litros de gasóleo cada día", ha detallado José Luís Cervera, agricultor de Jesús. De hecho, calculan que comprar una de estas máquinas (vale 14.000 euros) y hacerla servir, puede suponer un incremento del coste de producción de 1.500 euros por hectárea.
"Desde los gobiernos nos aprietan más y la solución es que paguemos. Ahora no podemos hacer fuego porque resulta que somos los que contaminamos. Los barcos y aviones y las empresas grandes, no", ha denunciado Galcerà. Cervera también ha criticado que se haga "la política debajo de un fluorescente" y ha animado a "pisar más el territorio". "Los que conocemos la tierra estamos quemados por el sol y los que hacen las leyes están emblanquecidos", ha ironizado.
